domingo, 26 de diciembre de 2010

MADRES QUE SE OPONEN A LA CURACION DE HIJOS CON TOC

A lo largo de todos mis años de experiencia profesional clínica, encontré en un número considerable de pacientes con toc, madres que reforzaban y alimentaban de manera inconsciente la enfermedad de sus propios hijos. En algunos casos, madres viudas o separadas, llegan a fomentar la enfermedad de sus hijos por temor a la soledad futura. En otros casos, tuve ocasión de comprobar cómo algunas madres retiraban a sus hijos del tratamiento psicoanalítico porque comenzaban a mejorar. Me llegaron a decir: " Doctor, a ver si el chico se cura y le quitan la pensión." Por entonces hablábamos en pesetas y el caso era un jóven de 25 años, con toda su vida laboral por delante que por consejo materno, decidió medicarse y terminó enfermando hasta el límite de ser la propia madre quien solicitó una pensión de incapacidad de treinta mil pesetas para su pobre hijo, con el que dormía todas las noches en su propia cama. ¿Perder treinta mil pesetas le pareció mucho a la madre o era el temor a quedarse sola sin su hijo?. Otro caso era el de un chico también jóven de 27 años que cada vez que sentía miedo, echaba al padre de la cama y se acostaba a dormir con la madre que lo abrazaba. Cada vez que sucedía esta escena, al día siguiente tenían que ingresar al chaval preso de una " extraña excitación". No hace falta para ser muy inteligente para darse cuenta que la excitación era sexual y que la locura provenía por el deseo sexual inconsciente del paciente hacia su madre. Cuando le dí indicaciones a los padres de no acceder a los deseos del hijo de intercambiar los roles cada vez que tuviera miedo, la propia madre me dijo que le daba mucha pena ver con miedo a su hijo y que no lo iba a hacer. No volvieron a tratamiento y supongo que el futuro de este jóven no habrá sido muy halagüeño. En todos los pacientes con toc- y esto lo recalco sobre todo, para los incrédulos de la efectividad de la terapia psicoanalítica- se debe buscar la relación entre el origen de la enfermedad y la relación con la sexualidad infantil familiar. En el paciente con toc, hubo un demás, una explicación inadecuada, una participación en algo prohibido que fue lo que originó la enfermedad y es lo que el psicoanálisis trata de reconstruir, un fragmento olvidado de la infancia del paciente que supone la piedra angular de la solución de su problema.

lunes, 29 de noviembre de 2010

EL DISFRAZ DEL OBSESIVO. LO QUE NO QUIERE VER

Una obsesión es una idea o un pensamiento fijo que se impone en la conciencia e impide pensar en otra cosa que no sea el propio pensamiento obsesivo. Si tuviéramos que definir un trastorno obsesivo, podríamos decir que es un juego de máscaras donde nunca nada es lo que parece. Las obsesiones tienen la misma estructura que los sueños, lo cual significa que deben ser descifradas porque detrás de una obsesión, siempre hay una verdad que perturba al obsesivo. El obsesivo vive dentro de un laberinto porque lo que no quiere es encontrarse afuera, con el mundo, ya que todo encuentro con el mundo, supone un adaptarse, un modificarse, un ser diferente y lo que el obsesivo no quiere saber es de las diferencias. Vive bajo el lema de la inmortalidad, de lo perdurable, de lo que siempre es igual a sí mismo, de ahí que el obsesivo no quiera cambiar. Cambiar significaría para él separarse de sí mismo, de su identidad infantil, que es sobre la cual se ha construido su vida, su sexualidad. El obsesivo si de algo tiene miedo, es de sus propios deseos, de los cuales, nunca quiere saber nada, pero el deseo, como los caminos del señor, siempre son inescrutables y lo que se contiene o se reprime, siempre acaba apareciendo por cualquier otro lado y esa es la tarea del obsesivo, que nada de lo que le perturba aparezca, que nada de sus deseos accedan a su conciencia, porque si de algo se acusa el obsesivo es de su extremada moralidad. NO existe nadie mas moral y más rígido que el obsesivo, que no se permite ningún tipo de goce, ningún tipo de bienestar o placer, porque para él todo placer conlleva un riesgo: de que le guste y como todo lo ritualiza, tiene temor a que el goce lo esclavice y de ahí su sufrimiento, su negación, la no aceptación de su pulsión, la no aceptación de su propia humanidad que por humano, le condena a un fin, a las diferencias que existen entre él y el mundo. Todo un baile de máscaras para no ver la verdad, lo intolerable de la verdad humana.

lunes, 1 de noviembre de 2010

UN CASO DE TOC DE FREUD ( 2ª parte )

(…) Ante todo, es evidente que la enferma se identifica con su marido y reproduce su conducta durante la noche de bodas, imitando su paso de una habitación a otra. Para que tal identificación sea correcta habremos además de admitir que reemplaza el lecho y las sábanas por la mesa y el tapiz que la cubre. Todo parece demostrar que el acto obsesivo de esta enferma posee un sentido, constituyendo una representación y una repetición de la escena anteriormente descrita. El hecho de hacer venir a la criada y atraer su atención sobre la roja mancha, contrariamente a los deseos del marido después del desgraciado intento de simulación. De este modo se conduce la paciente- siempre en representación de su marido- como si no tuviera que temer la entrada de la doncella dado que la mancha cae sobre el lugar debido. Vemos que no se contenta con reproducir la escena real, sino que la ha continuando y corregido, perfeccionándola. Pero al hacer así rectifica también aquel otro penoso accidente que obligó al marido a recurrir a la tinta roja: esto es, a su total impotencia. De todo eso habremos de deducir que el acto obsesivo de nuestra enferma presenta el siguiente sentido: “ Mi marido no tenía por qué avergonzarse ante nadie, pues no era impotente”. El deseo que encierra esta idea es presentado por la enferma como realizado en un acto obsesivo, análogamente a como sucede en los sueños ( que siempre son una realización de deseos ) y obedece a la tendencia de la buena señora a rehabilitar a su esposo.

domingo, 24 de octubre de 2010

UN CASO DE FREUD DE TOC ( lº parte )

Una señora de treinta años, que sufría de fenómenos obsesivos muy graves, ejecutaba varias veces al día, entre otros muchos, el singular acto obsesivo: corría desde su alcoba a un gabinete continuo, se colocaba en un lugar determinado, delante de la mesa que ocupaba el centro de la habitación, llamaba a su doncella, le daba una orden cualquiera o la despedía sin mandarle nada y volvía después, con igual precipitación, a la alcoba. Fue la misma paciente quien logró dar la explicación al caso. Más de diez años atrás había contraído matrimonio con un hombre que le llevaba muchos años y que durante la noche de bodas demostró una total impotencia. Toda la noche la pasó corriendo de su cuarto al de su mujer para renovar sus tentativas, pero sin obtener éxito ninguno. A la mañana siguiente, dijo contrariado: me avergüenza que la criada que va a venir a hacer la cama pueda adivinar lo que ha sucedido., y cogiendo un frasco de tinta roja que por azar se hallaba en el cuarto, lo vertió en las sábanas; pero no precisamente en el sitio que hubieran debido encontrarse las manchas de sangre. Al principio no llegué a comprender qué relación podía existir entre este recuerdo y el acto obsesivo de mi paciente, pues el paso repetido de una habitación a otra y la aparición de la doncella eran los únicos extremos que el mismo tenía comunes con el supuesto antecedente real. Pero entonces me llevó la enferma a la segunda habitación y colocándome ante la mesa me hizo descubrir en el tapete que la cubría una gran mancha roja y me explicó que se situaba junto a la mesa en una posición tal, que la criada no podía por menos de ver la mancha. Ante este nuevo detalle no había ya posibilidad de duda sobre la estrecha relación existente entre la escena de la noche de bodas y el acto obsesivo actual. Pero además nos ofrece este caso otras interesantísimas observaciones. ( Continuará )

domingo, 10 de octubre de 2010

EL RITUAL DE VIVIR

Decía Freud que el paciente con un trastorno obsesivo compulsivo defiende sus síntomas como se defiende a sí mismo. Esta frase nos permite analizar la enorme dificultad que los pacientes con toc ponen a su curación. Existen asociaciones de toc, libros de toc, grupos de toc, forum de toc, donde los congregados coinciden en que no ha curación a su enfermedad. Mentira. El que defiende una enfermedad es porque ya ha hecho de ella una forma de vida, es decir, el paciente con toc, así como cualquier otro síntoma mental, son una manera de vivir y detrás de dicha enfermedad, lo que se esconde es una resistencia a cambiar de vida, de sexualidad, de trabajo, de pareja o de ciudad. Los cambios son inadmisibles para los toc, ya que cambiar, les da miedo y se defienden con su enfermedad, que es un escudo para todo intento de cambio. Se han acostumbrado a sus síntomas como el que toma el té a las cinco de la tarde y se agarran a la enfermedad antes que enfrentarse a sus miedos. Por eso, que los toc, buscan siempre a otros toc para defender lo indefendible de su enfermedad. El problema de los toc, se puede resumir en las áreas de la familia, la sexualidad infantil y la moral religiosa. En estos grandes áreas se encuentra la causa y también la solución de un toc. Pero hay que animarse a curarse y no todo el mundo se anima a ello. Vivir enfermo, haciendo de la vida una enfermedad, también es una manera de vivir. Los pacientes con toc que deciden curarse con el psicoanálisis se curan todos pero lo que no quieren, es porque no lo han decidido. Recuerdo un caso de toc que comenzó a curarse y la madre dijo: doctor, si mi hijo se cura, le van a quitar la pensión. Y la misma madre fue la que dejó de traer al hijo al tratamiento. Y como este caso, muchos mas. Es decir, que se critica al psicoanálisis por ignorancia, porque hablar de lo que no se sabe se llama ignorancia. Hoy día, el toc se cura con psicoanálisis, por muy grave que sea.

domingo, 26 de septiembre de 2010

EL AMBITO FAMILIAR DETERMINA EL ORIGEN DEL TOC

El trastorno obsesivo en niños y adolescentes, guarda una relación directa con el ambiente educativo familiar. Dentro de dicho ambiente, tenemos que señalar el ámbito sexual y el disciplinario. Por norma general, la sexualidad familiar en los pacientes con toc, puede estar dentro de lo extremo a lo represivo. Tanto una educación sexual excesiva como reprimida, puede ser causa desencadenante de un toc. Muchos padres muestran su sexualidad abiertamente a sus hijos hasta edades poco adecuadas. Este tipo de conductas produce ciertas fijaciones sexuales en los hijos, que para huir de ellas, solo se puede a través de una salida de la realidad mediante la aparición de un trastorno mental. Una sexualidad reprimida, puede ejercer el mismo efecto, ya que la sexualidad, al formar parte de la evolución humana, su inhibición o su represión, produce los mismos efectos adversos que su excesiva exhibición. En referencia al ambiente disciplinario, podemos señalar que cuando las normas educativas rozan la falta de razón y se imponen las conductas dictatoriales, esto hace aparecer en el niño una ambivalencia afectiva que puede ser desde una pasividad propiamente homosexual que se ve en muchos tocs a una soberbia desafiante y agresiva.


En ambos casos, el tratamiento del toc, pasa por un análisis en profundidad de la estructura familiar. El análisis supone una reorganización de las ideas confusas para reorganizar una estructura más idónea donde el paciente pueda liberar sus miedos, su sexualidad reprimida, sus temores, su agresividad y su infantilidad.

lunes, 13 de septiembre de 2010

CULPABLE.!!

Para hablar del toc, se debe conocer su etiología en profundidad. El toc no se puede pensar sin tener en cuenta la parte inconsciente de la personalidad. La psicología estudia la conciencia y la psiquiatría enfoca los trastornos de la personalidad desde un punto de vista organiscista. Ninguno de los dos tienen en cuenta, por ejemplo, que el sentimiento de culpa existente en los pacientes con toc, les impide en un amplio porcentaje su curación, ya que él mismo, se autocastiga, pues no deja de sentirse un ser despreciable, al cual nunca le puede ir bien, ya que la palabra felicidad está excluída de su vida. El paciente con toc, vive pagando los crímenes que nunca cometió, el adulterio que deseo, la venganza que nunca consumó. Odio, venganza y rencor es lo que contamina la mente de una persona con toc, hasta el punto que desde su propia religión, establece su propia penitencia, su propio castigo. La solución de su curación, está en sus deseos inconscientes, deseos a los cuales no se puede llegar sino por la vía del psicoanálisis. Y no hay otra fórmula para liberar al toc de su culpa, siempre mórbida, imperativa e implacable. Viven bajo un prisma de sufrimiento, por su falta de piedad que solo pueden vivir para pagar la culpa, por eso que el paciente con toc, no tolera su mejoría. No tolera que un ser despreciable como él pueda sentir alguna alegría. Viven condenados y en su condena se halla su liberación. Podemos decir que llegan a perder la vida como modo de compensación a su mente retorcida y a su falta de escrúpulos. Y tras este fracaso en el vivir, está siempre la relación de amor y odio con su familia: pieza clave en la curación de su enfermedad.

domingo, 22 de agosto de 2010

EL PADRE: UNA PIEZA CLAVE EN EL TOC

La figura del padre, es siempre una pieza clave en la curación del paciente con Toc. Por norma general, los pacientes tienen una relación ambivalente hacia el mismo: se le ama, se le odia o se le amorodia. Esta relación está marcada por una aceptación y por un rechazo. No es fácil entender la figura del padre dentro de la estructura del toc pues es un pivote que regula la relación con la madre. Entre el niño y la madre, la figura del padre debería producir una separación. Depende de las circunstancias personales de la madre y del padre. Cuando el padre es muy tiránico, el paciente puede adoptar o una posición de agresividad hacia el mismo o de pasividad. Las obsesiones son la máscara que tapa dicha agresividad o pasividad. Tras la agresividad, se esconden impulsos destructivos, a veces insoportables para la conciencia y de ahí, la enorme moral que tiene el paciente agresivo con toc. Cuando existe una pasividad, dicha agresividad hacia el padre se vuelve hacia sí mismo en calidad de masoquismo, erotizando la figura del padre bajo una libido que podemos denominar homosexual. Tanto la agresividad como la pasividad, son dos formas de tener presente al padre, la Ley, tanto es así que lo que el paciente defiende tras la agresividad o la pasividad, es la cercanía a la relación con la madre: punto álgido y a la vez conflictivo dentro de la neurosis del Toc. ( continuará )

domingo, 15 de agosto de 2010

LA EFICACIA DEL PSICOANALISIS EN EL TOC

En los últimos meses, han llegado a través de internet, varias personas que padecían un toc. Las personas que decidieron comenzar su psicoanálisis progresan adecuadamente y en pocos meses han experimentando un alivio muy grande con respectos a los síntomas del toc. La gravedad de los síntomas es lo que puede hacer que un tratamiento psicoanalítico se prolonge mas tiempo pero la eficacia sigue siendo igual de efectiva. Curiosamente nos encontramos pacientes que en cuanto comienzan a sentirse mejor abandonan el tratamiento y luego empeoran. Encima son pacientes protestones, que se aferran a su trastorno como una forma de vida. Ya lo dijo Freud hace mas de cien años. Entre los problemas que los psicoanalisistas nos encontramos en los pacientes es vencer la resistencia a la curación. Este tipo de pacientes, con su enfermedad han logrado encontrar beneficios secundarios ( pagas del Estado, tener a toda la familia a su alrededor, evitar tener relaciones sexuales etc... ) a los cuales no están a veces dispuestos a ceder. Bajo este prisma, el psicoanálisis ni cualquier terapia es efectiva. Y realmente, lo mejor es dejar en paz a este tipo de personas con su dolencia que mas que ser dolencia es un modo de vivir. Por eso que el psicoanálisis, aún en los casos mas graves de toc, si la persona quiere curarse, la persona se cura. Y frente a esto, no hay discusión ninguna. Y no nos olvidemos que la familia, a veces se opone a la curación de la persona, porque muchos padres, que tienen hijos con toc, cuando el hijo comienza a curarse, son ellos mismos quienes retiran a lo mismos del tratamiento, porque según se va curando el hijo, comienzan a salir los problemas que tienen los padres entre ellos. Y tal es así, que los padres prefieren seguir siendo cómplices de la enfermedad del hijo a incluso alimentarla, antes de que se cure y aparezcan los problemas de la pareja. Qué le vamos a hacer.!!

lunes, 26 de julio de 2010

LOS PILARES DEL TOC

Freud, dentro de sus grandes historiales clínicos nos trae el caso del hombre de las ratas. Un jóven acusado de una importante e incapacitante neurosis obsesiva. A raíz de este caso, desplegó su teoría sobre el toc. Dicha teoría se puede aplicar en todos los pacientes aquejados de neurosis obsesiva y nunca falla, es decir, que el paciente con toc debe psicoanalizar su infancia porque cuando dice que todo el mundo está en su contra, todo el mundo, es a lo sumo dos, tres personas: el padre, la madre y algún hermano. La neurosis obsesiva está sostenida sobre una relación conflictiva con el padre y la madre. De ahí, se deriva la relación conflictiva con el resto del mundo. Sobre una relación precoz con la sexualidad que queda reprimida o produce alteraciones debido a la existencia de una moral castrante que hace que el paciente con toc, impregne de un halo religioso o místico todo uso que hace de la sexualidad. Padre, madre, sexualidad y muerte ( en relación al futuro ) son los cuatro grandes pilares sobre los que se sostiene el trastorno obsesivo compulsivo. El psicoanálisis de estos pacientes pasa por analizar en profundidad las relaciones familiares, que siempre son tortuosas y a la vez son causa de estancamiento de la libido. De manera que los pacientes con toc, suelen tener muchas dificultades a la hora de relacionarse con el mundo exterior porque sus afectos y emociones e incluso su deseo, se ha quedado adherido a alguna de sus figuras familiares. La curación de estos pacientes guarda relación con psicoanalizar estas relaciones. Sin embargo, un número de pacientes eligen inconscientemente no curarse para de esta manera no abandonar la relación infantil que mantienen con sus padres. Son capaces de estar enfermos toda vida para consumar una venganza infantil hacia la figuras paternas.

domingo, 11 de julio de 2010

OBSESIONES INFANTILES

Las personas obsesivas, suelen ser personas que han tenido un despertar sexual muy precoz. La mayoría de las veces recuerdan haber tenido una infancia con intensas manifestaciones sexuales, solo o en compañía. Sin embargo, otras veces, no se recuerda haber vivido este despertar sexual y queda sustituido por un vacío de memoria que con el tiempo logra aparecer en la conciencia. Junto al despertar sexual, se suele sumar otra condición productora de la neurosis obsesiva y es una férrea moral familiar que en algún momento cayó sobre el niño y le hizo darse cuenta que sus manifestaciones sexuales no eran bien vistas por sus educadores. Junto a dicha moral, se instauró un sentimiento de culpa y ante la llamada del deseo sexual, el niño acabó luchando contra dicho sentimiento a través de la aparición de complejos rituales que pudieran calmarle su excitado ánimo. La lucha contra el deseo sexual, siempre es infractuosa. Se lo puede sublimar y/o reprimir, lo cual no quita que siga teniendo fuerza. Y si en algo se esfuerza el obsesivo es en luchar contra algo de sí mismo que no comprende y que podríamos definirlo como sus pulsiones sexuales, la mayoría de las veces no aceptadas por su conciencia. Los rituales, sirven para desgastar y así no pensar en el deseo sexual y cuanto mayor es la fuerza de ciertos deseos sexuales, tanto mayor es la característica del ritual. La mayoría de los pacientes con toc, sienten vergüenza de hablar de sus pulsiones sexuales y las callan. La psiquiatría prefiere pensar en un trastorno químico a pensar que lo sexual provoca trastornos. Y en todo esto, como siempre, están los toc moralistas, que prefieren medicarse a aceptar que también tienen deseos sexuales. Los pacientes con toc que se curan son aquellos, que acaban aceptando la existencia de deseos sexuales que nunca habían aceptado. El psicoanálisis enseña a manejar, a comprender y a controlar dichos deseos y ahí, radica la eficacia del psicoanálisis a diferencia de otras terapias que no ayudan en la curación del toc.

lunes, 7 de junio de 2010

PACIENTES QUE NO SE QUIEREN CURAR

Dentro de las variantes del toc, podemos encontrar un grupo de pacientes que dan la apariencia de querer curarse de su trastorno. Consultan a muchos especialista pero el tiempo de tratamiento no suele ser continuo, interrumpen rápidamente, aludiendo no sentir ninguna mejora. Con el tratamiento psicoanalítico, en este tipo de pacientes, se observa que cuando comienzan a mejorar, abandonar el tratamiento bajo la excusa de no poder pagarlo o considerar como poco eficiente. Analizando los historiales de dichos pacientes, se puede observar en todos ellos que con su enfermedad han conseguido una serie de " beneficios" que no están dispuestos a abandonar, e incluso, prefieren sacrificar su salud antes que perder dichos beneficios. Freud las llamó: neurosis de renta. Actualmente podemos encontrar que muchas personas hacen uso de su enfermedad para obtener beneficios económicos e incluso afectivos. Estos pacientes, en cuanto ven su mejoría, temen perder su paga económica o que desaparezca la persona cercana que se preocupa por ellos día a día. Digamos que hay un uso y disfrute de " la enfermedad". Recuerdo una madre decirme: " a ver si mi hijo va a mejorar y le quitan la paga ". Otro caso similar, conseguía que gracias a su enfermedad, los padres estuvieran pendientes todo el día de él. Le cuidaban, le aseaban, le daban de comer, incluso dormía en la cama con ellos, a pesar de tener 27 años.!!!. Este tipo de pacientes, sienten culpa inconsciente porque saben sin saber que saben del uso que están haciendo de su enfermedad y para ello culpan a los médicos, a los psiquiatras, a los psicoanalistas de que no pueden curar su enfermedad. Entonces, renuncian a todo tipo de tratamiento y se consideran enfermos crónicos, desahuciados. Contra este tipo de personas, no se puede hacer nada, mientras disfruten más de los beneficios secundarios de su enfermedad que de las cosas bellas e interesantes de la vida. Aquí, ni el psicoanálisis, ni los viajes a Grecia, pueden hacer nada por curarles. El psicoanálisis es cien por cien efectivo solo, en aquellas personas con trastorno obsesivo compulsivo que se quieran curar pero de verdad.

domingo, 23 de mayo de 2010

CUANDO EL PACIENTE NO SE QUIERE CURAR

El psicoanálisis es cien por cien eficaz en aquellos pacientes con Toc que se quieren curar. Muchas personas al leer esto dirán que ¿ cómo una persona con Toc no va a querer curarse? La respuesta es sencilla, curarse equivale a cambiar algo de la vida y no todas las personas están dispuestas a ello. Ejemplos: un paciente alega no tener dinero para tratarse de su toc pero no es cierto, ya que si este paciente se cura, tendría que plantearse casarse con su novia, acción que no está seguro de llegar a realizar porque tendría que buscar otro trabajo, abandonar la cómoda situación de casa de sus padres, etc… Un ama de casa, mejora de su Toc y a las dos semanas decide interrumpir su tratamiento porque dice no poder gastarse más dinero en el mismo. No es cierto, esta mujer rechazaba sexualmente a su marido y cuando vió que se podía curar rechazó el tratamiento para así no mantener relaciones sexuales con el mismo. Una muchacha joven mantenía en vilo a sus padres con sus manías de contagio. Detrás de dicho toc, se escondía una actitud vengativa hacia sus padres por haber tenido otro hijo cuando ella tenía tres años. Los celos que despertó en ella su hermano, sirvieron para desarrollar un toc que se convirtió en un acto de venganza hacia los mismos. Curarse equivaldría para esta paciente finalizar la relación con sus padres y tener que plantearse hacer su vida. Etc. Para que el psicoanálisis sea efectivo, vuelvo a decir que el paciente tiene que querer realmente curarse pero curarse siempre equivale a cambios y no todos los pacientes con toc están dispuestos a abandonar el beneficio secundario que les da su enfermedad.

lunes, 10 de mayo de 2010

LA DUDA DEL OBSESIVO

Una necesidad común de los pacientes obsesivos, es la necesidad de la inseguridad o de la duda. La creación de la inseguridad es uno de los métodos que la neurosis emplea para extraer al enfermo de la realidad y aislarle del mundo, tendencia integrada en toda perturbación psiconeurótica. Los enfermos realizan un esfuerzo evidente para eludir toda seguridad y poder permanecer en duda. Esta tendencia llega a exteriorizarse a veces en la antipatía a los relojes, los cuales asegura, por lo menos, la determinación de la hora, y en hábiles manejos inconscientes encaminados a inutilizar tales instrumentos que hacen imposible la duda. La predilección que los neuróticos obsesivos muestran por la inseguridad y la duda, constituye para ellos un motivo para adherir preferentemente sus pensamientos a aquellos temas en los que la inseguridad es generalmente humana y en los que en nuestros conocimientos o nuestro rejuicio permanecen necesariamente expuestos a la duda. Tales temas son, ante todo, la paternidad, la duración de la vida, la supervivencia en el más allá y la memoria, a la que solemos dar fe sin poseer la menor garantía de su exactitud. ( continuará )

domingo, 2 de mayo de 2010

CARACTERES GENERALES DE LOS PENSAMIENTOS OBSESIVOS

Los productos obsesivos, pueden equivaler a muy diversos actos psíquicos, pudiendo ser determinados como deseos, tentaciones, impulsos, reflexiones, dudas, mandatos, prohibiciones. La persona desarrolla una defensa contra las representaciones obsesivas que han penetrado en su conciencia y surgen productos que merecen un nombre especial. No son reflexiones puramente razonables que el sujeto opone a sus ideas obsesivas, sino algo como productos mixtos de ambas formas de pensamiento. Según Freud, estos productos los llama “ delirios”. En un caso, nos refiere Freud que cuando un paciente abría la puerta de su cuarto a las doce para facilitar la entrada al espíritu de su padre muerto hacía años y situándose luego en el espejo contemplando en él sus genitales, intentó apartar de sí aquella obsesión, pensando en lo que diría su padre si realmente se hallase aún en vida. Pero este argumento no tuvo eficacia ninguna mientras lo pensó en esta forma tan razonable. La obsesión cesó tan sólo cuando el sujeto integró la misma idea en la forma de una amenaza delirante, diciéndose que si prolongaba tales insensateces, le sucedería a su padre algo malo en el más allá. Las ideas obsesivas que son rechazadas por primera vez, suelen retornar luego deformadas. Su deformación se hace viable pues el pensamiento consciente se ve obligado a interpretarla erróneamente en forma análoga a como interpretamos los sueños al despertarnos, y que no dejan de ser una deformación de deseos inconscientes. ( continuará )

domingo, 25 de abril de 2010

ETERNAMENTE JOVEN

Dentro del toc, hay una variante cuya acciones llevan al sujeto a vivir en una especie de realidad deformada donde tiene la sensación de que nada a su alrededor cambia. Esta sensación de atemporalidad, permite a la persona con toc perder el tiempo en rituales que calman una voz interior que grita que el tiempo pasa. La angustia que aparece cuando el ritual no se lleva a cabo, tiene que ver con esta llamada a la realidad donde nada es lo que parece, ya que el paciente con toc, detrás de su atemporalidad, detrás de su sentimiento de inmortalidad, lo que se esconde es su verdadero terror al envejecimiento y a la muerte. Esto puede llevarle a vivir como un inmortal: dejará para mañana lo que podría hacer hoy y mañana le sucederá igual. Tiempo y muerte: dos variante muy interesantes que deben ser trabajadas en el paciente con toc. Y entre el tiempo y la muerte, lo que media es la sexualidad, ya que no solo los organos genitales se hicieron para el goce, sino también para la reproducción de la especie, de ahí, que el rechazo que muchas personas con toc, tienen por las relaciones sexuales es porque en el gesto de la cópula también se halla el gesto de la reproducción. Y de ahí el contínuo huir por un laberintos que no hay salida, ya que la salida siempre es una: la vida y la vida conlleva tiempo, sexualidad y al final, muerte.

domingo, 18 de abril de 2010

HIPERSEXUALIDAD EN EL TOC

En ciertos pacientes con toc, podemos observar que sus obsesiones siempre son referencias sexuales. Viven obsesionados por el sexo, por el placer de consumar una relación o varias relaciones sexuales que nunca llevan a término, ya que tienen miedo al contagio, a la enfermedad, a la culpa y al castigo. Este tipo de obsesiones aparecen durante el periodo infantil, y se dan cuando el niño tuvo ocasión de presenciar el coito de los padres, intercambió información con otros niños mas adelantados o fue seducido por algún persona mayor que le despertó precozmente el instinto sexual. Durante una fase de la infancia, estos acontecimientos desaparecieron de su mente, pero quedaron como recuerdos reprimidos y con el desarrollo de la adolescencia muestran la influencia que sobre ellos tuvieron. Comienza a aparecer pensamientos de índole sexual que la persona vive como extraña y se angustia porque suelen ser inaceptables para su conciencia moral. Esto es debido a que durante aquellos primeros actos sexuales, la persona gozó y una vez reprimido, en su interior, siguió deseando satisfacer los mismos pero nunca más se atrevió. Al hombre le cuesta abandonar aquello que alguna vez le dio placer y a este tipo de pacientes, algo semejante les ocurrió. Todos sus pensamientos sexuales tienen una raíz en un acontecimiento sexual vivido con gusto durante su pasado infantil.

domingo, 11 de abril de 2010

LA DOBLE MORAL EN EL PACIENTE OBSESIVO

Si algo llama la atención en el toc, es la lucha interna que tiene la persona consigo misma. Podemos afirmar con total seguridad que hay una doble personalidad con su doble moral correspondiente en el paciente con toc. Una de ellas, suelen ser bastante amoral, ya que los pensamientos o ideas que le vienen a su mente suelen ser contrarios a la buena educación o a las buenas costumbres y frente a esta parte amoral, aparece otra totalmente contraria o hipermoralista, que se encarga de juzgar, condenar y castigar a la otra parte amoral de la personalidad. Entre estas dos partes de un mismo ser, se juega todo el problema del obsesivo. Por un lado, quiere hacer cosas que jamás se admitirían socialmente y por otro lado, quiere ser la persona más correcta del mundo porque él mismo se da cuenta que lo que piensa o desea no es propio de una persona civilizada. La cuestión es resolver esta dura batalla: por un lado pensamientos que se imponen y por otro lado la lucha contra los mismos, lucha que suele perderse la mayoría de las veces porque no se tienen las armas adecuadas. “Para luchar contra el enemigo, primero hay que conocerlo”, decía un estratega del s. XVIII, y podríamos hacer un símil con esta frase: el peor enemigo del paciente con toc, es él mismo, o mejor dicho, la parte inconsciente de su personalidad, que piensa y desea por su cuenta y a su libre albedrío. La batalla se juega en el mismo campo: el campo de la psiquis y el psicoanálisis viene a demostrar que con solo conocer la parte inconsciente de la personalidad, ya se la doblega y al final, ni el enemigo es tan fuerte, ni es tan malo: es una parte mas de nosotros mismos – la parte inconsciente- que lo único que quiere es ser escuchada, no tanto llevar a cabo lo que desea, sino ser escuchada y para ser escuchada, debemos escuchar sin juzgarla. Y este es el serio problema en el toc: la persona se juzga muy rígida y severamente a sí misma o a la parte inconsciente de su personalidad. El psicoanálisis es la terapia cien por cien efectiva en el entendimiento y curación del toc.

domingo, 4 de abril de 2010

LA RELIGIOSIDAD DEL OBSESIVO

El obsesivo, tiene su propia religión. Freud lo compara con la fe de los religiosos, con sus rituales eclesiásticos, sus rezos, Dios... El obsesivo también tiene sus rituales, su manera de pensar junto a sus fórmulas que le hace sentirse más o menos seguro, no deja de ser una manera de rezar. Y su Dios, por norma general suele ser un Dios algo tiránico, ya que el obsesivo, siempre se siente observado por algo que le juzga en función de lo bien o lo mal que haga las cosas. Este Dios particular del obsesivo, no deja de ser más que la parte moral de él mismo. Parte moral, también llamada Superyo desde el psicoanálisis- y que regula todos los actos del obsesivo. Podemos decir que esta parte moral es la que regula los pensamientos en el toc. Cuando el sujeto toma conciencia de la falta de nobleza de sus pensamientos, rápidamente aparece el superyo – o abogado interior- que le juzga, le critica, le hace sentir culpa, arrepentirse, pedir perdón, etc. Y digamos, que pone remedio a esa pelea interior que todo paciente con toc, tiene consigo mismo y con sus fantasmas familiares. Porque las peleas internas que tienen estos pacientes, no suele ser con mas de tres o cuatro personas que se reducen al padre, la madre, algún hermano y subrogados de ellos: el jefe, los compañeros, los amigos… Peleas que no dejan de ser conflictos con las relaciones afectivas que en un momento determinado se gestaron en la infancia del sujeto con toc. De aquí la importancia que el psicoanálisis da a los primeros años infantiles en el desarrollo del sujeto. Por eso, que acercarse al desarrollo psicosexual y psicoemocional en el paciente con toc, es entrar en un campo donde se encontrará el origen de su dolencia. Desde allí y hasta la vida de adulto, todo son ramificaciones encubiertas de aquellos primero conflictos infantiles que el sujeto tuvo y no pudo resolver y que ahora trata de resolverlos de manera ineficaz, porque al no comprender su dolencia, ni el origen de la misma, se pierde entre los laberintos de sus propios pensamientos obsesivos que no dejan de ser máscaras que encubren otro sentido.

domingo, 28 de marzo de 2010

LAS MULTIPLES VARIANTES DEL TOC

El toc es una " enfermedad" compleja de entender, sobre todo por las personas que rodean al paciente con toc, bien sea familia, pareja o amigos. Los rituales, los síntomas, las manías, pueden llegar a producir alteraciones en la convivencia familiar o de pareja. Por esto mismo, el tratamiento psicoanalítico aconseja a la familia una serie de pautas de comportamiento que van a ayudar al paciente con toc. El trastorno obsesivo compulsivo, tiene infinitas combinaciones. No hay un solo caso de toc que sea igual a otro. Aunque la base de la producción de síntomas sea igual para todos- se produce en el desarrollo infanto-juvenil-, la manera de manifestarse es parecida pero siempre distinta. Esto es importante porque muchas terapias del toc no funcionan porque no tiene en cuenta las múltiples variaciones que tiene el toc. Y sobre todo, que no hay un solo paciente con toc igual a otro. Ya he dicho en diversas ocasiones, que el toc tiene su origen en la temprana infancia, y sobre todo, en la relación de niño con la figura de los padres. Cuando esta relación ha sufrido algún tipo de perturbación, las consecuencias se manifiestan mediante la aparición del toc. Por eso mismo la terapia adecuada para la curación del toc, es el psicoanálisis, ya que lo que al paciente con toc le pasa es que hay algo en él que no ha logrado madurar, digamos que se ha quedado estancado en la infancia y de ahí, su comportamiento infantil, la mayoría de las veces. La medicación puede calmar los síntomas pero no curar, ya que no existe una medicación que ayude a madurar la personalidad. ¡¡ Ójala existiera la pastilla que nos diera el conocimiento de los aspectos fundamentales de la vida.!!! Ya que no es así, vuelvo a insistir que el paciente con toc, tiene un trastorno en el desarrollo psicoemocional y psicosexual de su personalidad y mientras no se traten estos aspectos, no habrá curación para el mismo.

lunes, 22 de marzo de 2010

LA CUESTION DEL TIEMPO EN EL PACIENTE CON TOC

La relación del paciente con toc , con el tiempo, merece ser estudiada. Existen diversas variantes de los síntomas en relación al tiempo, es decir, a cómo vive el paciente “ su tiempo “. Un porcentaje algo, sienten que lo pierden, es decir, que sus síntomas le acaparan gran parte de su existencia vital y esa incapacidad para manejar y controlar el tiempo, les acaba produciendo angustia. Otros pacientes con toc, sin embargo, viven como si siempre fueran a tener tiempo y aunque lo pierdan, no tienen noción de pérdida. En ambos casos, el paciente con trastorno obsesivo compulsivo, juega con el tiempo, es decir, trata de engañar al tiempo, de manera que vive sin vivir y lo que el cree que es tiempo, lo siente como detención o detenimiento. ¿ Podríamos decir que juegan a ser inmortales.? Estos pacientes algo saben de ello y de su propia mortalidad aunque lo niegan tras una serie de rituales, cuyo sentido inconsciente es vivir otro tiempo donde no hay tiempo, donde la igual de los rituales proporciona una apariencia de una vida que siempre es igual, donde nada cambia y donde nada se transforma. La angustia que aparece en el toc, puede ser una señal de alarma, que avisa de que algo no se quiere ver. Se pretende vivir como lo que no se es. Todos los actos rituales del toc, quizás sean para vivir engañados, disfrazando la mortalidad bajo una apariencia de inmortalidad. ( CONTINUARA )

domingo, 14 de marzo de 2010

LA HIPERMORALIDAD EN EL TOC

El paciente con Toc genera mucha controversia a los especialistas que no son especializados en psicoanálisis. Los tratamientos conductistas no logran resolver la problemática del toc, porque no saben que el toc no deja de ser más que un conflicto entre la conciencia y el inconsciente. Hemos dicho en anteriores artículos, que el inconsciente, es la parte noble de la personalidad donde se halla los recuerdos, los afectos, las emociones, los deseos inadmisibles para la conciencia. Esta parte viva y dinámica, tiene la particularidad que necesita expresarse y bien lo hace a través de los sueños pero también a través de los síntomas. Esto quiere decir que los síntomas del toc, no dejan de ser la expresión de algo inconsciente que quiere manifestarse en la conciencia: ya sean recuerdos, emociones o deseos. Entonces, ¿ por qué sufre tanto el paciente con toc? El sufrimiento en el toc es un sufrimiento moral, es decir, el paciente con toc no es moralista, es hipermoralista y es su propia moral quien le juzga. El paciente con toc tiene un abogado interior muy severo que le juzga y le condena cada vez que percibe la aparición de pensamientos o deseos amorales en la conciencia. Por lo que podemos decir que este tipo de pacientes viven cumpliendo una condena impuesta por ellos mismos o mejor dicho, por la parte moralista de su personalidad. El psicoanálisis, ayuda a reconciliar estas tres partes: la conciencia, la parte inconsciente y la parte moral ( llamada super-yo ) del paciente con toc y dicha reconcilización pasa por entender que no todo lo que se desea tiene que satisfacerse. Hay deseos que bien pueden satisfacerse, otro aún pudiendo hacerlo, se debe renunciar a ellos y hay otros que son imposibles de satisfacer por mucho que se quiera

domingo, 7 de marzo de 2010

LA FASE DEL ESPEJO EN EL TOC

El desarrollo psicoemocional del niño, pasa por la llamada “ fase del espejo “ que inaugura el proceso de identificación, mediante el cual, el niño, busca parecerse a la imagen que tiene frente a él. La primera imagen que el niño tiene frente a él es la figura de la madre, de manera que cada vez que el niño levanta los ojos, se encuentra con el reflejo de su propia imagen pero en la imagen de la madre. Es evidente que hasta que no aparece un tercero o la figura del padre, el niño no es capaz de diferenciar su propio ser del ser de los otros. El padre introduce al niño en el mundo, ya que su presencia le hace ver que ahora son tres: madre, padre y niño. Hay un momento donde el niño percibe a la figura del padre como rival en relación a la relación que él mantiene con su madre. Observa que ella desvía la mirada de él, que a la noche es expulsado de la alcoba, que en muchas escenas él no puede intervenir, etc. Todo esto lleva a la aparición en el niño, de un sentimiento común que es el de los celos, los cuales le llevarán a querer parecerse al padre o a rivalizar con él. Hay una cuestión interesante en los pacientes con toc, que guarda relación con esto que hablamos. Hubo un momento que quisieron parecerse a la figura del padre para luego pasar a rivalizar con el mismo y esto se debió a una cuestión de tiempo, de manera que sus expectativas de parecerse al mismo no se vieron cumplidas debido a las exigencias del sujeto. Y entre parecerse al padre- que siempre lleva su tiempo- y rivalizar con el mismo, temporalmente, es más fácil lo segundo. Esto no solo le sucede al hombre, sino que también le pasa a mujeres con toc. También podemos encontrar la variante de pacientes con toc, cuya rivalidad es hacia la madre, acontecida bajo el mecanismo de la identificación. Por esto mismo, podemos decir, que parte del origen del toc, tiene que ver con la NO aceptación de las figuras del padre y de la madre. Ya que no aceptar es del orden del rechazo y solo se puede rechazar con agresividad, de ahí, el componente agresivo que tienen los pacientes con toc, contra el mundo o contra ellos mismos.

lunes, 1 de marzo de 2010

EL SENTIMIENTO DE SOLEDAD EN EL TOC

En artículos anteriores, hemos señalado que el Toc, en sus variantes más desarrolladas, puede acabar apartando a la persona de la realidad. La angustia, las manías o rituales, puede llegar a acaparar tanto tiempo la vida del paciente que acaba teniendo repercusiones en su realidad. Esto lleva a la persona a un estado de aislamiento y soledad que a la larga empeora el cuadro del Toc. Numerosas personas con Toc suelen ser personas que no tienen buena relación con el mundo o incluso de tenerla, suele ser una relación hostil, de rechazo que bien podríamos considerarla como agresiva. Sin embargo, el Toc tiene siempre un componente moral asociado que hace que los sentimientos de hostilidad o agresividad queden atenuados por el enorme sentimiento de culpa que origina tener pensamientos hostiles o agresivos hacia las personas. Entonces la soledad no deja de ser una manera de aislarse de mundo y de protegerse del mismo, ya que muchos pacientes con Toc viven como si el mundo fuera su enemigo: amigos, familiares, compañeros. Podemos decir incluso que algunas variantes del Toc llegan a un estado similar a la paranoia, porque piensan que todo el mundo está en su contra. Es decir, siempre que haya un estado de aislamiento o soledad en una persona con Toc, debemos pensar que hay un miedo a la relación con el mundo. Miedo que inconscientemente no deja de ser un miedo a sí mismo, porque el paciente con toc, puede llegar a aislarse de las personas porque no tolera sus propios deseos hacia las personas que le rodean. Y la soledad no deja de ser más que un mecanismo defensivo frente a sus propios deseos.

domingo, 21 de febrero de 2010

EL NIÑO QUE HAY DENTRO DEL TOC

El psicoanálisis ha venido a descubrir los factores inconscientes que producen en la conciencia los síntomas del Toc. Dichos síntomas no son mas que el disfraz de deseos inconscientes, inaceptables para la conciencia. No podemos dejar de prestar atención a las esferas en las cuales se mueve el paciente con Toc: la esfera de la sexualidad y la de la agresividad. El dificil encontrar otro campo donde englobar los síntomas de un paciente con Toc. Absolutamente todos los rituales y síntomas del Toc, tiene que ver con cuestiones relacionadas con la sexualidad y/o con la agresividad. Tanto es así que podemos afirmar, aunque a muchos no les guste, que de lo que se defiende constantemente el paciente con Toc es de sus deseos inconscientes y de su agresividad, también inconsciente y que la mayoría de las veces, aparece en la conciencia, provocando el insoportable sentimiento de culpa que tanto aqueja al paciente con toc. Vamos a decir, de una vez por todas, que el Toc no tiene que ver nada con la genética, ya que los sentimientos son del orden de la ideología y del aprendizaje. Y si rizamos más el rizo, hasta podemos decir que todo trastorno del toc, tiene que ver con el desarrollo psicoemocional y psicosexual llevado a cabo durante la infancia. Pero algo falló en dicho desarrollo. Circunstancia por la cual los pacientes con Toc, tienen tantos aspectos inmaduros dentro de su personalidad, aspectos que bien podemos definirlo como infantiles y que todavía no han logrado madurar. Cerramos el capítulo de hoy diciendo que el paciente con Toc, de lo que no ha podido desprenderse es de su infancia, aunque actualmente tenga una vida de adulta.

domingo, 14 de febrero de 2010

MIEDO AL CONTAGIO EN EL TOC

Uno de los síntomas asociados al Toc es aquel donde el paciente puede tener miedo a contagiarse y/o miedo a contagiar. La persona vive el mundo exterior como fuente de riesgo hacia su persona. Así mismo, cuando el sujeto se cree fuente de contagio, es debido a la existencia de un penoso sentimiento de culpabilidad. Ambos casos, están asociado a un miedo inconsciente a la enfermedad y/o a la muerte y hacia la vida sexual. El paradigma o el gran enigma en la persona que padece de Toc, son los temas en relación a la vida, la muerte y el sexo. Dentro de estos temas podemos englobar toda la patología del Toc. Algunos que dicen llamarse especialista del Toc, descartan estas tres esferas, simplemente por una cuestión de ignorancia. Cuando en Medicina algo no se sabe o se desconoce se dice que es genético. Hoy día el psicoanálisis está demasiado avanzado y la efectividad de su aplicación en el Toc es cien por cien efectiva, que descarta algo tan ilógico como es la herencia genética en el trastorno obsesivo compulsivo. Los Toc, tienen problemas para enfrentarse a la vida: miedos, inseguridades, supersticiones, incapacidades, inmadurez etc… todas estas características de su personalidad, hacen que la vida se les haga cuesta arriba. Con la muerte tiene miedo aquel que ha rozado su verdad. Por eso que el paciente con Toc juega todo el tiempo a bordearla y a protegerse de ella haciendo los rituales más inverosímiles con tal de sentirse protegido. ¿ Y con respecto al sexo? He aquí el gran problema de muchos pacientes con Toc: la fuerte moral de sus padres, ha hecho que ellos tengan reprimidos todos sus deseos sexuales hasta el punto que dicha represión, le ha acabado enfermando. Para tratar y curar a una persona con TOC se deben psicoanalizar estas tres grandes esferas, que son las raíces sobre las cuales se ha desarrollado un Toc.

sábado, 6 de febrero de 2010

PENSAMIENTOS HOMOSEXUALES EN EL TOC

Cuatro de cada diez pacientes con Toc, refieren tener pensamientos homosexuales que les asaltan de manera inesperada. Dichos pensamientos pueden ser de actividad o de pasividad, es decir, en el primero el paciente mantiene una posición activa y en el segundo caso, una posición pasiva o feminizante. De los dos casos, el primero suele ser asociado a pacientes con Toc en su variante agresiva y en el segundo caso, a pacientes con toc en su variante masoquista. Esto guarda relación, normalmente, con experiencias sexuales vividas con satisfacción y/o repugnancia en la infancia con otros niños o incluso personas mayores. De ahí se generó un despertar sexual precoz que alteró el desarrollo psicosexual normal humano, ya que lo que tenía que haber sido un descubrimiento con el tiempo, se acorta y se produce precozmente. La variante activa es frecuente en los hombres y la variante pasiva es más típica de mujeres. Sin embargo, ciertos pacientes con Toc, donde son ellos los sujetos que asumen el papel pasivo, es porque se hallan identificados con alguna figura femenina de su infancia: la madre o la hermana y de ahí las fantasía de origen homosexual con la figura del padres. Muchos pacientes con Toc, al tener este tipo de pensamiento se llegan a preguntar si son homosexuales. La respuesta es que tener fantasías homosexuales no tiene nada que ver con la homosexualidad. Son dos cosas, totalmente distintas.

domingo, 31 de enero de 2010

INFANTILISMO Y TOC

Si de algo podemos estar seguros en el Toc, es de la existencia de un arraigado carácter infantil es aquellas personas que lo padecen. Cuando hablamos de carácter infantil, nos referimos a un infantilismo en el modo de pensar y vivir condicionado por la relación de sometimiento que tiene el paciente con toc, con sus figuras parentales. Podemos encontrarnos hombres sometidos a la figura del padre o mujeres a la figura de la madre. Lo interesante de este carácter infantil, es que el paciente con Toc, de manera inconsciente, siempre rivaliza con el padre o con la madre, de manera que dicha rivalidad, está puesta al servicio de un trabajo inconsciente, que consiste en convertir a los padres en inútiles. Podemos decir que el paciente con Toc, lejos de ser personas brillantes, trabajan para no tener brillo, para sentirse lo peor del mundo, los menos válidos, sin dinero, sin amor, sin proyectos. De esta manera se vengan de los padres por motivos que sólo el paciente con Toc, sabe.

lunes, 25 de enero de 2010

CEREMONIAS OBSESIVAS

Si en algo podemos identificar las prácticas obsesivas, es a los ceremoniales religiosos. La persona obsesiva, tiene necesidad de realizar ciertos rituales obsesivos para calmar la angustia que siente cuando piensa que no llevarlos a cabo puede acarrearles a él o a sus seres queridos algún peligro. Los actos obsesivos deben realizarse siempre de la misma manera y con la misma exactitud porque una diferencia en el mismo, hace que el rito deba iniciarse desde el principio. Algo parecido sucede en los ceremoniales religiosos. Se llevan a cabo siempre de la misma manera y con un fin: protegerse de uno mismo. Podemos decir lo mismo de los rituales obsesivos. El paciente o la persona con toc, de quien se defiende siempre es de sí mismo, o mejor dicho, de sus pensamientos, que no dejan de ser una formación de sí mismo. La conciencia de este tipo de personas, es como una pantalla donde se proyectan dichos pensamientos cuya procedencia siempre es inconsciente. Aquí quiero resaltar algo que los psicólogos y los psiquiatras no reparan en ello, porque nunca explican a sus pacientes el origen de dichos pensamientos que tanto atormentar a la persona con TOC. Los pensamientos, siempre tienen un origen inconsciente, refiriéndonos a un lugar de la mente, donde se hallan los recuerdos, la memoria, las vivencias de la infancia, los deseos, etc... Esta parte de nosotros mismos se halla viva y en constante funcionamiento y al igual que cuando tenemos hambre sentimos el deseo de comer, cuando el inconsciente quiere expresarse, muestra sus pensamientos en la conciencia. Entonces, dirán algunas personas: si me viene deseos de matar, violar, ultrajar, es porque mi inconsciente desea hacerlos? Algo de verdad hay en ello, si bien, no todo lo que una persona piensa tiene que llevarlo a cabo. Esto quiere decir que ciertos pensamientos innobles tiene su razón de ser por la existencia de un componente agresivo que el paciente con TOC tiene reprimido y dicha agresividad se manifiesta en calidad de pensamientos poco dignos de una persona civilizada, pero no por ello deja de serlo, sino que siendo civilizada, puede tener agresividad contenida que le hace manifestarla a través de pensamientos indignos de su persona. Ante dichos pensamientos, la persona establece su ritual, de manera que para protegerse de los mismos, en vez de rezar el rosario, hace sus propios rituales, de manera que una vez terminado, se siente protegido de que nada le va a suceder. Por eso, Freud dice que el paciente con TOC tiene una religión particular y privada.

domingo, 17 de enero de 2010

EL SENTIMIENTO DE ANGUSTIA EN EL TOC

La angustia, quizás sea el sentimiento más floreciente dentro de los pacientes con TOC. Se puede definir como un sentimiento de incertidumbre de que algo malo puede pasar. Este sentimiento lleva a la persona con toc a realizar una serie de rituales para contra restar el sentimiento de que algo malo puede suceder. Digamos que la angustia incita a desarrollar el ritual, porque la persona no sabe cómo arreglárselas frente a este sentimiento tan desagradable. La angustia que refiere, puede ser sentida hacia él mismo o hacia persona queridas, en el sentido de que algo malo puede pasar también a las personas cercanas. El ritual calma en cierta manera la angustia pero la compulsión a repetir, nos debe llevar a pensar que esa angustia tiene que ver con algo inconsciente que la persona no sabe qué es. La angustia surge ante pensamientos que no se pueden controlar o que la persona siente que le invaden sin poder hacer nada al respecto. Debemos de pensar que los pensamientos, son manifestaciones de la parte inconsciente de la personalidad. El psicoanálisis ha descubierto que los pensamientos, para manifestarse en la conciencia, tienen que disfrazarse a veces, porque muchas de las cosas que piensan los pacientes con toc e incluso las personas normales, se consideran tan ilógicas que parece más una alucinación o una fantasía diurna. Freud denominó a este tipo de ensoñaciones: sueños diurnos, que no dejan de ser manifestaciones de cuestiones inconscientes que aparecen durante el día y que tienen la misma relación que los sueños que aparecen durante la noche. Por esto mismo, el paciente con toc, se da cuenta que muchos de sus pensamientos tienen un grado de ilógica e incluso ridiculez. Pero dicho grado de ilógica es idéntico a la mayoría de los sueños, donde a una persona le puede suceder lo más inverosímil y dentro del sueño, considerarlo normal. Por eso mismo que la angustia dentro del toc, hay que pensarla en relación a algo que se quiere expresar desde el inconsciente pero que no halla la manera adecuada y entonces, aparece la angustia como manifestación de lo que no puede expresarse.

domingo, 10 de enero de 2010

LA RELACION CON EL DINERO EN EL TOC

Una de las características más coincidentes en los pacientes con Toc, es la relación que tienen con el dinero. Suelen ser obsesivos, tacaños, austeros y egoístas. Tanto es así que debemos entender qué se esconde detrás de esta actitud. El paciente con Toc no suele ser generoso consigo mismo, porque si lo fuera, lo primero que haría sería invertir su dinero en su propia curación. Solo cuando llegan a extremos de total malestar son capaces de sacar sus ahorros para gastarlos en su salud. El sentimiento de culpa, les impide también ocupar mejores puestos laborales, porque detrás de su relación austera con el dinero, se esconden sentimientos poco nobles hacia las personas del mundo. Se suelen identificar con personas que padecen de problemas económicos y esto les lleva a no permitirse a tener una vida más saludable porque les da culpa vivir bien cuando personas del mundo no pueden. Digamos que su austeridad en el fondo es miedo a quedarse sin dinero. Hay un gesto agresivo en esta actitud porque su tacañería es sobre todo hacia las personas queridas. Digamos que sólo miran hacia ellos mismos y solo quieren que los demás les den. Consideran que deben ser queridos y ser correspondidos aún sin hacer nada ellos para con los demás. Tras esta actitud, denotan un carácter infantil, ya que los pacientes con Toc, durante su infancia o adolescencia vivieron todo como menos. El amor y la generosidad de sus padres, siempre les pareció poca. Por esto mismo, el paciente con Toc siempre reclama mas y mas. Siempre se haya en la posición de pedir que le den. Pero que le den ¿ qué ?. Este es uno de los mayores dramas de los pacientes con Toc, viven sintiendo que la vida es poco generosa con ellos porque todo lo que reciben les parece poco. De ahí su insatisfacción permanente. ( Continuará )

domingo, 3 de enero de 2010

CURARSE O NO CURARSE DEL TOC ES UNA DECISIÓN

Si algo caracteriza al paciente con toc, es el enorme sentimiento de culpa que padece. Este sentimiento normalmente, es el que le hace no buscar ayuda.
1.- ¿ Por qué la mayoría de los paciente con toc prefieren medicarse a la psicoterapia psicoanalítica? Por la sencilla razón de que el psicoanálisis cura y la medicación no y si la culpa es muy grande, el padecimiento del toc, es la penitencia perfecta para una persona que se siente mala persona.
2.- ¿ Podemos decir que el paciente con toc tiene un componente masoquista? Con total seguridad afirmamos que sí, es decir, es frecuente ver que sufren pero no buscan ayuda y si la buscan, se encargan de buscar el especialista menos adecuado a su enfermedad para que no les cure y así seguir sufriendo.
3.- ¿ Qué hay detrás de este sufrimiento? Cuando las actitudes son muy repetidas, debemos pensar que hay algo de goce, por lo tanto, lo que se esconde detrás de los rituales del toc, es un goce que angustia, pero a la vez calma, porque en el ritual se satisface algo que solo el paciente con toc, sabe pero no quiere saber, por eso hace y deshace. Y en ese hacer y deshacer, se la va yendo la vida, entre satisfacer y pagar la culpa por haber satisfecho algo que él solo sabe que satisface. Todo un juego de enfrentarse con la vida y con la muerte.