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jueves, 29 de septiembre de 2022

La angustia en el trastorno obsesivo compulsivo (Toc) 2ª parte

 La angustia es la reacción a una situación peligrosa. El yo, la elude, ejecutando algo encaminado a evitar la situación o escapando de ella. Podríamos decir que los síntomas son creados para evitar el desarrollo de angustia, que es un afecto displacente, con sensación inminente de peligro de que algo malo va a ocurrir. Pero es  mas exacto decir, que los síntomas en el toquiano, son creados para evitar la situación peligrosa, señalada por el desarrollo de angustia. El yo siente los impulsos sexuales, sádicos, masoquistas como una amenaza, pues algo en él quiere llevarlos a cabo pero teme al castigo. El obsesivo tiene una moral social alta y se critica de manera continua lo que siente o desea ya que sabe que sus pensamientos no son los más adecuados. 

Cada vez que siente los impulsos sexuales, sádicos, masoquistas, amorosos prohibidos que existen en su interior, los percibe como peligros, entonces se desata la señal de angustia y el toquiano ejecuta sus rituales para evitar tanto la angustia como para contener sus impulsos o deseos. El toquianismo no deja de ser por lo tanto un mecanismo de defensa hacia los contenidos inconscientes que pulsan por salir. Pero sabemos por experiencia que el toquiano jamás llevará a cabo nada de lo que desea pues los síntomas que tiene sirven justamente para eso, para que nada de lo que desea se pueda realizar. 

 

domingo, 19 de junio de 2022

Los síntomas en la neurosis obsesiva ( parte 2 )

 Hay una inmadurez en el desarrollo de la sexualidad del toquiano, de manera que frente a las exigencias de sus deseos sexuales, por experiencias sexuales tempranas, normalmente, cuando ya comienza a tener noción de que lo que hace o desea , su yo se defiende regresando a una fase anterior del desarrollo sexual que llamamos fase sádica del desarrollo. Y esta regresión determinará todo el curso posterior del proceso del desarrollo de la neurosis obsesiva. 

 

Esta fase está caracterizada por la existencia de instintos sádicos, de ahí que el toquiano, bien sabemos que no podría hacer daño a una mosca, empieza a tener pensamientos y deseos agresivos, lo que hace que su súper yo ( la parte moral de la personalidad ) se vuelva muy áspero y severo contra el toquiano. 

 

Suele ser esta época donde el toquiano comienza a luchar contra la masturbación, tratando de no llevarla a cabo porque siente culpa. Y será entonces cuando la masturbación queda sustituida en forma de actos obsesivos que según pasa el tiempo, cada vez le dan mas satisfacción. Actos obsesivos que suelen ser exageraciones de algo normal. En vez de lavarse una vez las manos, lo hace cientos. Cierra la puerta y la comprueba varias veces, hace la cama una y otra vez, etc… 

 

Entonces decimos que hay tres mecanismos de defensa del toquiano sobre sus deseos sexuales. Primero trata de reprimirlos, segundo regresa a la fase sádica agresiva y tercero desarrolla síntomas obsesivos. 

Y lo interesante del toquianismo, es que el síntoma no deja de ser a la vez que una satisfacción, un castigo por parte del súper yo. 

domingo, 5 de junio de 2022

Los síntomas en la neurosis obsesiva ( parte 1 )

Los síntomas de la neurosis obsesiva, son en general de dos géneros de tendencia opuesta.

Podemos tener síntomas negativos, como son prohibiciones, medidas preventivas y penitencias o por el contrario: satisfacciones sustitutivas simbólicamente disfrazadas muchas veces. 

 

De estos grupos, el mas antiguo es el grupo de síntomas negativos defensivos. La neurosis obsesiva es una neurosis de defensa. Pero conforme avanza la enfermedad, van predominando las satisfacciones sustitutivas que burlan la defensa. 

 

Los síntomas obsesivos alcanzan un triunfo cuando se consigue juntar la prohibición con la satisfacción y lo que al principio fue un mandato defensivo o prohibición, acaba siendo a la vez una satisfacción. Es decir, hacer y deshacer. Un ejemplo es el de una mujer que hacia y deshacía la cama muchas veces. Cuando la hacia era para que no se notara que quería tener relaciones sexuales y cuando la deshacía significaba que las había tenido. Y luego la volvía para no pensar que había tenido en su fantasía relaciones sexuales.  

 

En los casos menos complicados, el síntoma obsesivo es en dos tiempos, por un lado se ejecuta un mandamiento e inmediatamente otro que suprime o deshace lo hecho. 

 

De todo esto sacamos dos impresiones. En la neurosis obsesiva se mantiene una lucha constante contra lo reprimido. Lucha que va haciéndose cada vez mas desfavorable a la represión y en segundo lugar que el yo y el súper yo, nuestro vigilante moral, toman parte importantísima en la formación de síntomas. 

 

Cerramos este video diciendo que la situación inicial de la neurosis obsesiva es la defensa contra las exigencias sexuales inconscientes. 

domingo, 10 de abril de 2022

Pensamientos obscenos y palabras vulgares en el trastorno obsesivo compulsivo toc


 

Observamos que lo primero que aprenden a escuchar los niños son palabras obscenas con que se designan ciertas partes del cuerpo (pecho, glúteos, genitales ) así como actividades sexuales relacionadas con el coito. Por mas que los padres tratan de que su hijo no aprenda dichas palabras, el niño cuando está en contacto con otros niños, las acaba aprendiendo. 

El niño escucha palabras vulgares que cuando se le reprime el no decirlas, acaba produciendo una intensa erotización de las mismas. Las palabras vulgares y obscenas excitan sexualmente ya que se consideran prohibidas durante una etapa de la infancia y de la adolescencia pero que ejercen un poderoso atractivo para el sujeto humano en general. 

Sabemos que todo aquello que se reprime tiene tendencia a expresarse, de ahí que las palabras obscenas y vulgares que al toquiano le viene a la mente tiene que ver con un fallo de la represión y lo que antes le excitaba enormemente ahora sufre malestar porque siente culpa. 

 

Insultos vulgares hacia imágenes sagradas, las figuras paternas, palabras relacionadas con el sexo, indican que el toquiano ha reprimido muchos sentimientos y afectos, entre ellos mayormente los impulsos hostiles y agresivos ya que su moral culposa le hace sentirse mala persona por tener en su mente semejantes palabras. 

 

Si al toquiano le viene pensamientos obscenos es porque sufre de regresión, es decir, le viene el recuero de cuando aquellas palabras que fue descubriendo le produjeron una intensa excitación sexual pero que tuvo que reprimir y ahora retornan de nuevo a su mente con la misma fuerza con que las mismas palabras fueron reprimidas. 

 

Digamos entonces que el malestar que siente el toquiano es un por conflicto entre los deseos sexuales que le producen estas palabras, su agresividad y su moral represiva. 

 

jueves, 24 de marzo de 2022

Los miedos del obsesivo. ¿A qué le tiene miedo el toquiano?

¿A qué le tiene miedo el obsesivo?. Los miedos mas frecuentes son: a volverse loco, a suicidarse, a matar a un ser querido, a tener relaciones sexuales con menores y a ser homosexual. 

Comencemos por el primero. El miedo a volverse loco es un miedo donde el obsesivo siente que oye voces, que le hablan y que dicen lo que tiene que hace. Este tipo de miedo a la locura o a la esquizofrenia puede hacer que acaben en urgencias y sean diagnosticados de esquizofrenia o psicosis cuando no deja de ser un trastorno obsesivo. Cuando preguntamos al obsesivo si las voces son masculinas o femeninas, encontramos una respuesta y también decimos que una persona que tiene esquizofrenia no tiene conciencia de que tiene esquizofrenia. 

El segundo miedo es al suicidio. Este tipo de miedo es una máscara a pensamientos y deseos agresivos inconscientes hacia la propia persona por un sentimiento de culpabilidad. sabemos que el toquiano siente culpa, pero una culpa infantil que le lleva a considerarse una mala persona, siendo esta la causa por la cual piensan que tienen que suicidarse, porque se consideran malas personas.

El tercer miedo es a matar a alguien querido. Este tipo de miedo surge cuando el toquiano está con sus seres queridos. Y tienen pensamientos de agredirles con un cuchillo o algo parecido. Esta máscara esconde hostilidad infantil hacia la familia pero también deseos sexuales infantiles que quedan encubiertos o enmascarados bajo el temor de hacerles daño.

El cuarto temor es a ser pedófilos, es decir, a creer que le gustan los niños pequeños y tener ideas sexuales con niños. Este toc resulta ser una mascara que encubre las relaciones sexuales que muchos toquianos tuvieron en la infancia y supuso el comienzo de su actividad sexual. El placer que obtuvieron les lleva a seguir deseando aquel placer y el temor a ser pedófilos esconde el querer revivir aquellas primeras escenas sexuales infantiles.

El quinto miedo es ser homosexual. Muchos toquianos tuvieron en la infancia experiencias sexuales placenteras con niños o adultos de su mismo sexo. Al ser las primeras experiencias sexuales placenteras, el recuerdo vuelve a la conciencia y mas que ser homosexuales lo que tienen son deseos homosexuales infantiles que es diferente a ser homosexual.

Hay mas miedo dentro del toquianismo pero estos son los mas frecuentes. Lo interesantes es que cuando el toquiano  recibe terapia con psicoanálisis llega a la conclusión que sus miedos no se refieren exactamente a lo que creen sino a temas ue tienen que ver con su despertar sexual temprano. 

domingo, 1 de septiembre de 2019

TEMOR OBSESIVO A QUE LE PASE ALGO MALO A MI FAMILIA

Uno de los pensamientos intrusivos que padecen las personas con trastorno obsesivo compulsivo es la idea recurrente y obsesiva de “que le suceda algo malo a su familia”. Dentro de este espectro, a veces el temor obsesivo es con la figura de la madre, el padre o alguno de los hermanos. El obsesivo tiene temor que una desgracia, un accidente, una enfermedad, la muerte, le acontezca a la madre, al padre o alguno de los hermanos.
Estudiando la psicología de la persona con carácter psicológico obsesivo, o aquella que padece de un toc, comprobamos que la ambivalencia afectiva hacia los miembros de su familia, es origen y causa de variados sentimientos de culpabilidad. La ambivalencia afectiva de amor y odio se aprecia mas claramente en el trastorno obsesivo ya establecido como síntoma. Y es una de las causas por las cuales el obsesivo se tortura. Le invaden pensamiento de accidentes, muerte de sus seres queridos que le hacen sentir enorme angustia y malestar. El psicoanálisis de un toquiano nos muestra cómo la ambivalencia afectiva queda establecida desde la temprana infancia a consecuencia del mecanismo de los celos. El toquiano establece fuertes lazos afectivos y sexuales hacia una o varias de sus figuras familiares bajo un importante sentimiento inconsciente de posesión y adueñación que le hace vivir de manera inconsciente una relación con el padre, la madre o los hermano de aceptación y rechazo para no ser consciente de sus deseos amoroso o sexuales, causa de su trastorno obsesivo. Tras el pensamiento obsesivo de temor a que algo pase, se esconde una reacción emocional propia del mecanismo de los celos: el odio y la agresividad. Celos que pueden ser inconscientes y la fuente de procedencia, la mas temprana infancia o adolescencia, algo que el toquiano o el obsesivo desconoce que padece. Por lo tanto se esconde el deseo de que les suceda algo malo como modo de eliminación del rival. Cuando el temor está muy localizado en la figura de la madre, padre o hermanos, esconde el deseo de muerte o aniquilación del otro pero como rival. El padre es un rival para el toquiano, así como los hermanos, pero como la ambivalencia sexual del obsesivo es bisexual podemos ver que los sentimentos homosexuales que están latente en él o ella también influyen en los deseos de desaparición del que para el toquiano es su rival. Una fijación sexual hacia el padre, hace desear la desaparición de la madre y al contrario. 
En el toc, propiamente desarrollado, el sentimiento de temor, también es el desplazamiento disfrazado de pasiones, deseos sexuales que se originaron en la temprana infancia pero que el toquiano desconoce. Dicho desplazamiento supone un modo de resistencia, disfraz para que dichos deseos inconsciente no aparezcan en la conciencia. Sabemos que cuanto mas absurdo sea un pensamiento o mas capte la atención de la conciencia, mas desvía su atención de otros pensamientos, deseos o afectos verdaderamente importantes que el toquiano, desconoce y que no está dispuesto a admitir.

domingo, 30 de abril de 2017

EL SENTIMIENTO DE CULPA EN EL TOC

La culpa mata, ya que el sentimiento de culpa es una respuesta de la conciencia moral y se corresponde con la voz de un Juez interior, de Dios, del padre o de la madre que todos llevamos dentro. Es la “voz de la conciencia” que llama a la reflexión cuando ciertos deseos inconscientes aparecen en la conciencia.
Para sentir culpa, una persona tiene que haber pensado, fantaseado o llevado a cabo un acto ilícito o alejado de la moral social o familiar. ¿Qué pensarían tus padres o la sociedad de ti si supieran que piensas o deseas hacer esto?
MUY IMPORTANTE. No hace falta llevar a cabo una acción amoral para sentirnos culpables. Con que solo aparezcan en la conciencia, ya es suficiente para sentir culpa.
Existen multitud de casos donde una persona, llevada por un penoso sentimiento de culpa, acababa padeciendo los efectos de un castigo que de manera inconsciente se imponía ella misma.
NO LO OLVIDES. La culpa es un sentimiento que produce gran malestar y no deja de ser una acusación o un señalamiento hacia nosotros mismos sobre algo de lo que pensamos, deseamos o fantaseamos es contrario a la moral social o familiar establecida.
Actos, pensamientos o deseos del orden del sadismo, masoquismo, infidelidad, deseos sexuales, egoísmo… producen culpa cuando aparecen en la conciencia.
¿Qué persona no ha tenido el deseo de ser infiel a su pareja? ¿Quién no ha deseado la muerte de un ser querido por rabia o  para poder  obtener un beneficio de ello:?
¿Quién no ha sentido el deseo de matar a alguien para liberarse de su presencia? ¿Qué hermano no deseó alguna vez ser hijo único por  celos hacia sus otros hermanos?

¿A cuantas personas estaríamos dispuestos a pisotear o a eliminar para adquirir un puesto mejor en lo social y laboral? ¿Cuántos hijos desearon la muerte de los padres para tener mas libertad?
Lo interesante es pensar que la culpa se produce por un deseo de interés o satisfacción personal aunque suponga un perjuicio para otros. Pero nuestro Juez interior será el encargado de juzgarnos en virtud de la amoralidad del deseo fantaseado o realizado.
MUY IMPORTANTE. Cuanta mayor es la culpa, mayor será la respuesta moral de nuestro Juez interior.
Sin embargo, la culpa es inconsciente, es decir, no todo el mundo llega a darse cuenta que está padeciendo las consecuencias de la culpa.
La culpa es un sentimiento penoso e insoportable para la conciencia. Si lo trasladamos al cristianismo, cuando una persona siente culpa, se confiesa y acepta la penitencia que se le impone para aminorar la culpa.
Los niños pequeños, cuando hacen algo malo y sienten culpa, no paran de incordiar hasta que reciben un castigo y lejos de sentirse mal, podemos observar que el castigo les calma.
La moral de cada persona es diferente hasta el punto que lo que a una persona le da culpa, a otra le da risa, todo depende del ambiente familiar y social donde nos hayan educado y de ciertas constelaciones psicológicas inconscientes.
MUY IMPORTANTE. Cuanto mas moralista haya sido nuestra educación, más rígido será nuestro Juez interior.
Frases como “nunca me puede ir bien”, “una persona como yo no puede ser feliz“, “no me merezco la felicidad”, “me esta bien empleado lo que me sucede por ser mala persona” “no me siento bien aunque me pasen cosas buenas” “a mi no me puede pasar nada bueno” “me ha tocado ser infeliz” “si este es mi destino, qué le voy a hacer”, etc...
Todas y cada una de estas frases indican la existencia de un sentimiento de culpa inconsciente.
Lo peligroso de la culpa es que llega a tiranizar la vida de las personas, de manera que se puede vivir sufriendo  solo para calmar la culpa inconsciente que sentimos.
MUY IMPORTANTE. Muchos de las circunstancias penosas que nos rodean en nuestra vida han sido construidas para calmar la culpa.
NO LO OLVIDES. Una persona bajo el sentimiento de culpa suele tener una vida sin placeres en aquella parte de su vida donde reine la culpa.
Hay que cuestionarnos que en esa parte de nuestra vida, donde falla algo, puede haber un sentimiento de culpa establecido sin que lo sepamos.
MUY IMPORTANTE. El Juez que nos juzga y condena y el verdugo que ejecuta la sentencia, son la misma persona, es decir, nosotros mismos.
NO LO OLVIDES. Podemos saber que nos hallamos bajo la tiranía de la culpa cuando algo nos va realmente mal en la vida y se mantiene en el tiempo. Tenemos que pensar que el malestar que vivimos está siendo el precio que estamos pagando para aminorar el penoso sentimiento de culpa. Si nos va mal en pareja, con el dinero, los amigos y hasta ciertas enfermedades orgánicas, inconscientemente se producen para calmar la culpa.
El ejercicio laboral suele estar afectado de nuestros problemas personales. Cuando una persona se siente implicada en algún hecho concreto de su vida (un divorcio, una pérdida, una muerte etc.) donde hay terceros afectados en relación a él, puede hacer aparición un sentimiento de culpabilidad que le lleva a emitir una serie de juicios, actitudes o comportamientos dañinos hacia su persona y hacia su trabajo, hasta que es despedido.
NO LO OLVIDES. Podemos medir la culpa según como nos va en la vida. Nos va mal, es porque sentimos mucha culpa. Si nos va regular hay algo de culpa y si nos va bien, no sentimos ni tenemos culpa.

CASO CLÍNICO. A.G.M. era un empresario que se hallaba casado desde hacia 20 años. Conoció a una mujer latina con la cual comenzó a vivir un apasionado romance. Pensó separarse justo en el momento en que a su mujer le diagnosticaron un carcinoma de mama. A pesar de todo, llevado por su pasión se separó. A los tres meses su mujer falleció. Aparentemente A.G.M. se hallaba feliz, liberado de su esposa y con su nueva pareja. Lo interesante del caso es que cometió dos errores graves en su empresa de manera que perdió en menos de siete meses casi cinco millones de euros. Arruinado y con un bajón emocional fue abandonado por su amante. Lejos de sentirse mal, A.G.M. se sintió profundamente aliviado. Llegó a decir que su egoísmo había precipitado la muerte de su mujer. Acosado por una terrible culpa, pagó su castigo: se empobreció y se quedó solo.
IMPORTANTE. Por último, las personas resignadas también tienen culpa. Y la calman actuando en contra de sí mismos, “me dejó mi pareja, “me despidieron”, “me accidenté”, “ya no puedo hacer nada”, “es mi destino”, “jamás seré feliz”, “dejé escapar mi última oportunidad”, “siempre estoy solo”, “no tengo amigos”, “nadie me quiere”, “solo puedo resignarme”.



domingo, 6 de noviembre de 2016

RECAIDAS EN EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO



El toc lo hemos definido como neurosis de defensa frente a la imperiosa premura de los deseos sexuales infantiles que pulsan por manifestarse en la conciencia.
Los orígenes del toc suelen remitirnos a la infancia o primera adolescencia, donde la persona toquiana frente a la aparición de los primeros deseos ambivalente sexuales, reacciona de manera preconsciente con el desarrollo de la neurosis. Cuando hablamos de deseos ambivalentes, hacemos referencia a deseos marcados por un fuerte componente agresivo y que frente a su represión, aparece el componente moral que evita la realización de los mismos. Esto quiere decir que el toquiano está protegido frente al suicidio, el asesinato y cuanto deseo abrupto o falta de moral le aparezca en su cabeza.
Existen mil y una terapias y terapeutas que dicen tratar el toc. Y es cierto, lo tratan pero no lo curan, porque curarlo es NO SOLO conocer los deseos inconscientes que tanto abruman al toquiano, sino transformar la energía que va ligada a dichos deseos y desviarla a través de un nuevo circuito construido a otros deseos de carácter mas adulto, porque absolutamente todos los deseos del toquiano, tienen un carácter infantil. Entonces sugestionar al yo con técnicas de autocontrol, suele se la causa mas frecuente de recaída en el toquiano. No consiste en enfrentar al yo a su parte inconsciente ni proporcionarle herramientas para dicho enfrentamiento, sino ayudarle a entender “frente a qué se defiende” y paralelamente construir un inconsciente nuevo con la energía del inconsciente primitivo. Esta compleja técnica solo la puede llevar a cabo la técnica del psicoanálisis.





domingo, 5 de junio de 2016

Supervivencia Obsesiva

Un paciente define el toc como “estar viviendo en una cárcel, cumpliendo una condena. Hay días que tienes libertad condicional pero luego te vuelves a tu celda. Dentro de la cárcel hay una sala de torturas, que son los síntomas, que tiene que llevarlos a cabo para poder ir reduciendo tu condena. Dice que hasta que no pague su condena, seguirá en la misma. Su delito, tiene que ver con su familia. Está viviendo tres vidas, la de su madre, su padre y la suya pero les está haciendo pagar a ellos sus malas vidas y la mala educación que le dieron: su error fue que le permitieron todo, que nunca le pusieron límites. Ahora sólo puede sobrevivir de forma obsesiva pero tiene que hacerles pagar a ellos su mala conducta. Los responsables de su manera de ser fueron una madre infiel y un padre que nunca fue padre.

En este caso que tan bien define las causas del toc, analizamos una verdad y es que si un toquiano tarda tiempo en curarse es porque todavía no se fía de sí mismo. El toquiano no distingue entre la realidad exterior y su realidad interna. Podemos afirmar que viven en su celda, que es poco la libertad que se permite y que cuanto mas culpa tiene más ritualiza, mas está en su celda de castigo porque sólo llevando a cabo sus rituales, mas se tranquiliza.

Todo toquiano sabe que en su cárcel se encuentra seguro. Y aunque lo rechaza, también lo acepta. Porque tiene miedo a la libertad y es que confunde la libertad con la falta de límites.

Por esta circunstancia el toquiano se impone una vida con límites muy estrictos, porque todavía no sabe ponerle limites a sus deseos inconscientes y piensa que puede llevar a cabo sus deseos inconscientes si se sale de los límites que sus rituales le imponen.

El psicoanálisis del toc, consiste en analizar los deseos inconscientes que han llevado a la cárcel al toquiano para enseñarle a renunciar a ellos y ponerse límites para poder vivir una vida de humano. El paciente obsesivo está invadido permanentemente por deseos sexuales que muchas veces no es consciente de ellos porque cuanto mas ritualiza y mas absurdo es el ritual mas aleja a la conciencia de lo que tanto desea y a la vez teme: sus deseos sexuales infantiles.