domingo, 14 de septiembre de 2014

MECANISMOS PSIQUICOS DE LAS OBSESIONES ( continuación )

Otra característica de los pacientes obsesivos es que son supersticiosos, pero se trata de una superstición que nada tiene que ver con las típicas supersticiones, sino que son consecuencia de su pensamiento obsesivo.  Cuando se encuentran bajo el domino de una obsesión, se les ocurre por ejemplo, toda clase de accidentes a los seres queridos que apoyan su convicción supersticiosa. Como el paciente que no tenía miedo al número 13, pero creía en los presagios y en los sueños proféticos, tropezaba con las personas cuando justo esta pensando en ellas. Una vez salió de viaje con la convicción de que no volvería vivo a su casa. Pese a esto también reconocía que esto le ocurría con cosas sin importancia pues cuando se trató de hechos importantes en su vida siempre fue por sorpresa y no hubo presagios, por ejemplo, la muerte del padre. Pero entender esto no modificaba que eso le aconteciera. El psicoanálisis mostró a este paciente, que la supersticiones que le acontecían él mismo colaboraba en la fabricación de las mismas, mediante los olvidos, la lectura ingenua, etc… El paciente recuerda que su madre cuando trataba de fijar una fecha de algo futuro, solía decir: “ tal dia o tal otro no podré, porque tendré que guardar cama”. Y en efecto, siempre pasaba acostada tales fechas.
Otra característica de estos sujetos es la necesidad de la inseguridad o de la duda. La necesidad de inseguridad es uno de los métodos que la neurosis emplea para extraer al obsesivo de la realidad y aislarle del mundo. Todo su esfuerzo es por

Evadir cualquier seguridad y poder permanecer en la duda. Por eso odian especialmente los relojes, en tanto no permiten la duda. Los obsesivos eluden toda aquellas informaciones que pudieran llevarle a una solución del conflicto. Con su inseguridad se adhiere a aquellos temas en que la inseguridad es generalmente humana y en los cuales todos permanecemos necesariamente expuestos a la duda. Tales temas son, ante todo, la paternidad, la duración de la vida, la supervivencia en el más allá y la memoria a la que solemos dar fe sin nada que garantice su exactitud. La cuestión con el padre que todo obsesivo varón tiene es para evitar el orden de generaciones, para evitar ser un mortal entre otros mortales, ser un eslabón de la cadena de generaciones. Vive como un muerto, sin deseos, para protegerse de la muerte. Los neuróticos obsesivos utilizan la inseguridad de la memoria para la producción de síntomas. En cuanto al poder que atribuyen a sus ideas y sentimientos, aunque se pueden considerar como un delirio, sin embargo todos los neuróticos obsesivos parecen tener ese convencimiento. Preguntado al obsesivo por tal convencimiento, lo refiere a hechos acontecidos en su vida. Como el paciente aquel que intentaba ocupar en el hospital una habitación en la cuya ya había estado y que le facilitaba las relaciones con una de las enfermeras, le dijeron que esta ocupada por un anciano. Inmediatamente pensó: ojala le parta un rayo.!! Quince días después despertó con la sensación de que tenía cerca de sí un cadáver y al levantarse supo que aquella noche había muerto el anciano. Otro recuerdo que corroboraba el supuesto poder de su pensamiento, se refería a una muchacha mayor que él , que habiéndosele declarado, le preguntó si la podría querer un poco, a lo cuál él la respondió negativamente. Poco después la muchacha se tiró por el balcón y el se reprochaba haber sido tan huraño,  pensando que habría estado en sus manos haber alargado la vida de aquella muchacha. Desde entonces, el poder de su amor y su odio tenía una razón de ser para él. Podemos decir que estaba en juego su preocupación por la muerte y en cuanto a su odio, no es que omnipotente pero de él provenían muchas de sus ideas obsesivas. Por no poder pensar la mortalidad del padre no podía dejar de desear su muerte, incluso cuando el padre ya había muerto. Este paciente mantenía una relación peculiarísima en relación a la muerte. Condolía cordialmente todas las muerte, iba a todos los entierros e incluso mataba en su fantasía a sus conocidos para condolerse con los sobrevivientes. Freud subraya los rasgos obsesivos del comportamiento del sujeto religioso, donde tanto en el obsesivo como en el religioso lo que les mueve a realizar los rituales es inconsciente a ellos. Los motivos que impulsan a la práctica religiosa son desconocidos para los creyentes, como los actos obsesivos lo son para los neuróticos.

domingo, 7 de septiembre de 2014

¿QUÉ TIENE QUE VER EL PADRE EN LOS SÍNTOMAS OBSESIVOS?

Las bases sobre las cuales se fundamenta la neurosis obsesiva-toc- están establecidas sobre la importancia del nombre del padre, también llamado complejo paterno o metáfora paterna y la relación del toquiano con su deseo. Al comienzo de las investigaciones y ante los relatos de los pacientes, se pensó que había existido un trauma sexual realmente acontecido, al cual el paciente de alguna manera se había quedado fijado por la excitación sexual que conllevó dicha percepción de la sexualidad. Según se avanzó en los estudios de la neurosis obsesiva, la escena sexual que pudo ser vista o fantaseada, es la escena de la copulación de los padres.  La confusión entre el goce y la violencia del coito de los padres es una percepción de la sexualidad que produce una excitación del orden del reproche en el obsesivo. Nos dice Freud ya en 1986 que la representaciones obsesiva (ideas, imágenes, pensamientos) son reproches transformados, resultado de una transación entre las ideas reprimidas y las ideas represoras que retornan y se refieren a actos sexuales ejecutados con placer en la niñez, pero esto,  aunque forma parte de los elementos que integra, no da cuenta de que los recuerdos reactivos y los autoreproches de ellos derivados sean inconscientes, en tanto lo que se hace consciente como ideas o afectos obsesivos son resultado de una transación entre las ideas reprimidas y las ideas represoras. Es por eso, que preferimos hablar de pensamientos obsesivos. En cuanto a la defensa secundaria que el sujeto se desarrolla contra la representaciones obsesivas que han penetrado en su conciencia, surgen productos que denominamos como “delirios”. Lo importante entonces es que las ideas obsesivas al igual que los sueños, han sufrido una deformación.
Denominamos “deformación elíptica” a la deformación más característica y propia del pensamiento obsesivo.

Ejemplos: “Si me caso con la mujer a la que amo, le sucederá a mi padre una desgracia.” “ si haces una vez más el coito o te masturbas le sucederá algo a tu hermano pequeño ( morirá)”.  Este tipo de deformación suele ir acompañado de la duda desplazada. En un ejemplo, donde una mujer acompañada de su marido entra en una tienda de compras mientras que su marido decide ir a una tienda de anticuarios. La mujer, compró entre otras cosas, un peine y mientras esperaba a su marido, demasiado tiempo para ella, le asaltó la idea obsesiva de que ese peine lo tenía desde siempre. En realidad ella quería decir, si he de creer que no has estado mas que en la tienda del anticuario, también puedo pensar que poseo hace ya muchos años este peine que acabo de comprar. Es decir, se trata de la ironía del obsesivo, pero la duda de la mujer dependía de sus celos inconscientes. (continuará)