domingo, 26 de septiembre de 2010

EL AMBITO FAMILIAR DETERMINA EL ORIGEN DEL TOC

El trastorno obsesivo en niños y adolescentes, guarda una relación directa con el ambiente educativo familiar. Dentro de dicho ambiente, tenemos que señalar el ámbito sexual y el disciplinario. Por norma general, la sexualidad familiar en los pacientes con toc, puede estar dentro de lo extremo a lo represivo. Tanto una educación sexual excesiva como reprimida, puede ser causa desencadenante de un toc. Muchos padres muestran su sexualidad abiertamente a sus hijos hasta edades poco adecuadas. Este tipo de conductas produce ciertas fijaciones sexuales en los hijos, que para huir de ellas, solo se puede a través de una salida de la realidad mediante la aparición de un trastorno mental. Una sexualidad reprimida, puede ejercer el mismo efecto, ya que la sexualidad, al formar parte de la evolución humana, su inhibición o su represión, produce los mismos efectos adversos que su excesiva exhibición. En referencia al ambiente disciplinario, podemos señalar que cuando las normas educativas rozan la falta de razón y se imponen las conductas dictatoriales, esto hace aparecer en el niño una ambivalencia afectiva que puede ser desde una pasividad propiamente homosexual que se ve en muchos tocs a una soberbia desafiante y agresiva.


En ambos casos, el tratamiento del toc, pasa por un análisis en profundidad de la estructura familiar. El análisis supone una reorganización de las ideas confusas para reorganizar una estructura más idónea donde el paciente pueda liberar sus miedos, su sexualidad reprimida, sus temores, su agresividad y su infantilidad.

lunes, 13 de septiembre de 2010

CULPABLE.!!

Para hablar del toc, se debe conocer su etiología en profundidad. El toc no se puede pensar sin tener en cuenta la parte inconsciente de la personalidad. La psicología estudia la conciencia y la psiquiatría enfoca los trastornos de la personalidad desde un punto de vista organiscista. Ninguno de los dos tienen en cuenta, por ejemplo, que el sentimiento de culpa existente en los pacientes con toc, les impide en un amplio porcentaje su curación, ya que él mismo, se autocastiga, pues no deja de sentirse un ser despreciable, al cual nunca le puede ir bien, ya que la palabra felicidad está excluída de su vida. El paciente con toc, vive pagando los crímenes que nunca cometió, el adulterio que deseo, la venganza que nunca consumó. Odio, venganza y rencor es lo que contamina la mente de una persona con toc, hasta el punto que desde su propia religión, establece su propia penitencia, su propio castigo. La solución de su curación, está en sus deseos inconscientes, deseos a los cuales no se puede llegar sino por la vía del psicoanálisis. Y no hay otra fórmula para liberar al toc de su culpa, siempre mórbida, imperativa e implacable. Viven bajo un prisma de sufrimiento, por su falta de piedad que solo pueden vivir para pagar la culpa, por eso que el paciente con toc, no tolera su mejoría. No tolera que un ser despreciable como él pueda sentir alguna alegría. Viven condenados y en su condena se halla su liberación. Podemos decir que llegan a perder la vida como modo de compensación a su mente retorcida y a su falta de escrúpulos. Y tras este fracaso en el vivir, está siempre la relación de amor y odio con su familia: pieza clave en la curación de su enfermedad.