domingo, 19 de julio de 2015

ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL TOC EN LAS MUJERES

Podemos encontrar generalmente en los casos de toc, una predisposición en la mujer a padecer síntomas obsesivos, donde la figura conflictiva mientras que la mayoría de los toc masculinos, la figura conflictiva es el padre.
En los casos de toc femenino, podemos observar que la mujer que lo padece, ya desde bien joven, la relación que tiene con la madre está marcada de un componente agresivo y de rivalidad que le lleva a la producción de una serie de síntomas obsesivos.
La mujer con Toc tiene “ la voz de la madre metida en su mente”, con la que mantiene un permanente diálogo interno de desacuerdos, acuerdos, peleas, rivalidad, agresividad.
En las pacientes mujer con toc, se observa que sexualidad inmadura, entendiendo por esto que muchas de ellas, no mantienen relaciones con hombres y si las mantienen, están siendo juzgadas interiormente por la voz de la madre.
La mujer con toc, no ha resuelto por así decirlo, la relación primitiva con la madre. Hemos observado que durante una etapa del desarrollo infantil, la niña pasa de querer parecerse a la madre a rivalizar directamente con ella. De ahí concluimos que lo que se pone en juego es la relación que también la niña tiene con el padre.
En un momento del desarrollo psicosexual, la niña aspira a ser la compañera, amante y mujer del padre. Hecho que queda interrumpido por la existencia de la madre. Un modo de resolverlo es adquiriendo algún rasgo de identificación con la madre y de este modo, resuelve la relación con ella. Pero no siempre, la niña se identifica a la madre, sino que también puede rivalizarla y querer que desaparezca. Aquí surge la ambivalencia de los sentimientos, que van desde el amor a la misma hasta el odio por ella, surgiendo una moralidad castigadora que se manifiesta en la aparición de síntomas donde la paciente sufre la ira inconsciente de ella misma por haber deseado ocupar la posición de la madre. La paciente con toc, se debate entre el sadismo y entre el masoquismo, entre el amor y el odio, entre querer o no querer ocupar el lugar de la madre con respecto a la figura del padre.

Estamos hablando que en el toc, por lo tanto, hay una sexualidad infantil que sigue vigente, actualmente en la vida de la persona y que podríamos decir por tanto que no ha crecido. Sigue siendo una niña pequeña que lugar por ocupar el lugar de la madre, sabiendo que esto queda prohibido para ella. Es la hostilidad hacia la madre, el rencor, la rivalidad lo que hace que surjan la mayor parte de sus síntomas. En el síntoma, de manera inconsciente hay satisfacción del deseo en aniquilar a la madre y a la vez culpa por desear dicho deseo.