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lunes, 5 de septiembre de 2022

La Angustia en el Trastorno Obsesivo Compulsivo

Existe una relación entre la formación de síntomas y el desarrollo de angustia. Existen dos opiniones sobre esta cuestión. Una de ellas ve en la angustia misma un síntoma de la neurosis, la otra cree en la existencia de una relación mas íntima entre ambas. Según esta segunda opinión, la formación de síntomas en el Toc es emprendida con el sólo y único fin de eludir la angustia. Los síntomas ligan la energía psíquica de que otro modo sería descargada en forma de angustia, resultando así la angustia como el fenómeno y principal problema de la neurosis. 

Si a un obsesivo le impedimos realizar su ritual o le impedimos lavarse las manos después de haber tocado algo, tendrá una explosión de angustia. 

 

La angustia se desarrolla frente a situaciones de peligro. El toquiano puede sentir situaciones peligrosas del exterior pero también de su interior y para que no sienta angustia desarrolla todo el complejo de síntomas para librar a su yo de la situación de peligro. 

Si el toquiano no pudiera formar o tener síntomas, sentiría la sensación de peligro, pero cuando realiza sus síntomas se siente aliviado de la angustia y de la sensación peligrosa de que algo malo le puede pasar a él o a sus seres queridos. 

domingo, 19 de junio de 2022

Los síntomas en la neurosis obsesiva ( parte 2 )

 Hay una inmadurez en el desarrollo de la sexualidad del toquiano, de manera que frente a las exigencias de sus deseos sexuales, por experiencias sexuales tempranas, normalmente, cuando ya comienza a tener noción de que lo que hace o desea , su yo se defiende regresando a una fase anterior del desarrollo sexual que llamamos fase sádica del desarrollo. Y esta regresión determinará todo el curso posterior del proceso del desarrollo de la neurosis obsesiva. 

 

Esta fase está caracterizada por la existencia de instintos sádicos, de ahí que el toquiano, bien sabemos que no podría hacer daño a una mosca, empieza a tener pensamientos y deseos agresivos, lo que hace que su súper yo ( la parte moral de la personalidad ) se vuelva muy áspero y severo contra el toquiano. 

 

Suele ser esta época donde el toquiano comienza a luchar contra la masturbación, tratando de no llevarla a cabo porque siente culpa. Y será entonces cuando la masturbación queda sustituida en forma de actos obsesivos que según pasa el tiempo, cada vez le dan mas satisfacción. Actos obsesivos que suelen ser exageraciones de algo normal. En vez de lavarse una vez las manos, lo hace cientos. Cierra la puerta y la comprueba varias veces, hace la cama una y otra vez, etc… 

 

Entonces decimos que hay tres mecanismos de defensa del toquiano sobre sus deseos sexuales. Primero trata de reprimirlos, segundo regresa a la fase sádica agresiva y tercero desarrolla síntomas obsesivos. 

Y lo interesante del toquianismo, es que el síntoma no deja de ser a la vez que una satisfacción, un castigo por parte del súper yo. 

domingo, 5 de junio de 2022

Los síntomas en la neurosis obsesiva ( parte 1 )

Los síntomas de la neurosis obsesiva, son en general de dos géneros de tendencia opuesta.

Podemos tener síntomas negativos, como son prohibiciones, medidas preventivas y penitencias o por el contrario: satisfacciones sustitutivas simbólicamente disfrazadas muchas veces. 

 

De estos grupos, el mas antiguo es el grupo de síntomas negativos defensivos. La neurosis obsesiva es una neurosis de defensa. Pero conforme avanza la enfermedad, van predominando las satisfacciones sustitutivas que burlan la defensa. 

 

Los síntomas obsesivos alcanzan un triunfo cuando se consigue juntar la prohibición con la satisfacción y lo que al principio fue un mandato defensivo o prohibición, acaba siendo a la vez una satisfacción. Es decir, hacer y deshacer. Un ejemplo es el de una mujer que hacia y deshacía la cama muchas veces. Cuando la hacia era para que no se notara que quería tener relaciones sexuales y cuando la deshacía significaba que las había tenido. Y luego la volvía para no pensar que había tenido en su fantasía relaciones sexuales.  

 

En los casos menos complicados, el síntoma obsesivo es en dos tiempos, por un lado se ejecuta un mandamiento e inmediatamente otro que suprime o deshace lo hecho. 

 

De todo esto sacamos dos impresiones. En la neurosis obsesiva se mantiene una lucha constante contra lo reprimido. Lucha que va haciéndose cada vez mas desfavorable a la represión y en segundo lugar que el yo y el súper yo, nuestro vigilante moral, toman parte importantísima en la formación de síntomas. 

 

Cerramos este video diciendo que la situación inicial de la neurosis obsesiva es la defensa contra las exigencias sexuales inconscientes. 

domingo, 10 de abril de 2022

Pensamientos obscenos y palabras vulgares en el trastorno obsesivo compulsivo toc


 

Observamos que lo primero que aprenden a escuchar los niños son palabras obscenas con que se designan ciertas partes del cuerpo (pecho, glúteos, genitales ) así como actividades sexuales relacionadas con el coito. Por mas que los padres tratan de que su hijo no aprenda dichas palabras, el niño cuando está en contacto con otros niños, las acaba aprendiendo. 

El niño escucha palabras vulgares que cuando se le reprime el no decirlas, acaba produciendo una intensa erotización de las mismas. Las palabras vulgares y obscenas excitan sexualmente ya que se consideran prohibidas durante una etapa de la infancia y de la adolescencia pero que ejercen un poderoso atractivo para el sujeto humano en general. 

Sabemos que todo aquello que se reprime tiene tendencia a expresarse, de ahí que las palabras obscenas y vulgares que al toquiano le viene a la mente tiene que ver con un fallo de la represión y lo que antes le excitaba enormemente ahora sufre malestar porque siente culpa. 

 

Insultos vulgares hacia imágenes sagradas, las figuras paternas, palabras relacionadas con el sexo, indican que el toquiano ha reprimido muchos sentimientos y afectos, entre ellos mayormente los impulsos hostiles y agresivos ya que su moral culposa le hace sentirse mala persona por tener en su mente semejantes palabras. 

 

Si al toquiano le viene pensamientos obscenos es porque sufre de regresión, es decir, le viene el recuero de cuando aquellas palabras que fue descubriendo le produjeron una intensa excitación sexual pero que tuvo que reprimir y ahora retornan de nuevo a su mente con la misma fuerza con que las mismas palabras fueron reprimidas. 

 

Digamos entonces que el malestar que siente el toquiano es un por conflicto entre los deseos sexuales que le producen estas palabras, su agresividad y su moral represiva. 

 

jueves, 24 de marzo de 2022

Los miedos del obsesivo. ¿A qué le tiene miedo el toquiano?

¿A qué le tiene miedo el obsesivo?. Los miedos mas frecuentes son: a volverse loco, a suicidarse, a matar a un ser querido, a tener relaciones sexuales con menores y a ser homosexual. 

Comencemos por el primero. El miedo a volverse loco es un miedo donde el obsesivo siente que oye voces, que le hablan y que dicen lo que tiene que hace. Este tipo de miedo a la locura o a la esquizofrenia puede hacer que acaben en urgencias y sean diagnosticados de esquizofrenia o psicosis cuando no deja de ser un trastorno obsesivo. Cuando preguntamos al obsesivo si las voces son masculinas o femeninas, encontramos una respuesta y también decimos que una persona que tiene esquizofrenia no tiene conciencia de que tiene esquizofrenia. 

El segundo miedo es al suicidio. Este tipo de miedo es una máscara a pensamientos y deseos agresivos inconscientes hacia la propia persona por un sentimiento de culpabilidad. sabemos que el toquiano siente culpa, pero una culpa infantil que le lleva a considerarse una mala persona, siendo esta la causa por la cual piensan que tienen que suicidarse, porque se consideran malas personas.

El tercer miedo es a matar a alguien querido. Este tipo de miedo surge cuando el toquiano está con sus seres queridos. Y tienen pensamientos de agredirles con un cuchillo o algo parecido. Esta máscara esconde hostilidad infantil hacia la familia pero también deseos sexuales infantiles que quedan encubiertos o enmascarados bajo el temor de hacerles daño.

El cuarto temor es a ser pedófilos, es decir, a creer que le gustan los niños pequeños y tener ideas sexuales con niños. Este toc resulta ser una mascara que encubre las relaciones sexuales que muchos toquianos tuvieron en la infancia y supuso el comienzo de su actividad sexual. El placer que obtuvieron les lleva a seguir deseando aquel placer y el temor a ser pedófilos esconde el querer revivir aquellas primeras escenas sexuales infantiles.

El quinto miedo es ser homosexual. Muchos toquianos tuvieron en la infancia experiencias sexuales placenteras con niños o adultos de su mismo sexo. Al ser las primeras experiencias sexuales placenteras, el recuerdo vuelve a la conciencia y mas que ser homosexuales lo que tienen son deseos homosexuales infantiles que es diferente a ser homosexual.

Hay mas miedo dentro del toquianismo pero estos son los mas frecuentes. Lo interesantes es que cuando el toquiano  recibe terapia con psicoanálisis llega a la conclusión que sus miedos no se refieren exactamente a lo que creen sino a temas ue tienen que ver con su despertar sexual temprano. 

domingo, 25 de julio de 2021

El trastorno obsesivo compulsivo y las p prácticas religiosas. Toc religioso (2ª parte )

Los actos obsesivos se hallan al servicio de intereses de la personas y se expresan cargados de afectos y pensamientos que se encuentran reprimidos en lo inconsciente.

Una mujer había desarrollado un toc tras separarse de su marido y había cogido la costumbre obsesiva de sentarse en un sillón determinado pudiendo pasar horas sentada en él. El sillón era para ella un símbolo del marido, al cual tres años después se seguía manteniendo fiel. La explicación a su obsesión fue: “Es tan difícil separarse de algo (hombre-sillón) en el que ha estado una sentada.”

Todos los actos obsesivos guardan un sentido y pueden ser interpretados. Al igual que los ceremoniales pero la persona los hace sin saber cual es la significación de los mismos. Solo con el tratamiento psicoanalítico podemos encontrar su sentido. 

 

La persona que padece obsesiones y prohibiciones, se comporta como si se hallara bajo una conciencia de culpabilidad pero de la cual no sabe lo mas mínimo. Esta conciencia de culpabilidad tiene su origen en acontecimientos antiguos de lo que se siente culpable y de ahí que tenga angustia de que puedan pasarle desgracias, como si de un castigo se tratara. 

 

Cuando realiza el ceremonial la persona tiene conciencia de que si no lo hace, ocurrirá alguna desgracia, bien a él o alguna persona querida pero no sabe exactamente qué tipo de desgracia ocurrirá. Por lo tanto, el ceremonial en el toc se realiza como un acto de defensa, de aseguramiento o como una medida de protección.

 

El toquiano tiene culpa y en algo siente que ha pecado, de ahí que comienza sus manias obsesivas como si fueran rezos y tiene una significación de buscar el perdón y a la vez de protección de que no ocurra algo malo. 

 

Sin saberlo, el toquiano tiene reprimido un impulso instintivo generalmente de naturaleza sexual que el algún momento estuvo en su conciencia y luego lo reprimió. Pero no termina de estar seguro de que dicho instinto lo pueda mantener reprimido y tiene temor a que aparezca en su conciencia de nuevo. 

 

El toquiano vive ese instinto o deseo como una tentación ante la cual puede volver a caer y se apodera de él una angustia expectante, es decir, tiene temor de volver a caer en la tentación y realizar el deseo sexual reprimido pero que a su vez tanta culpa le da. 

 

La fuerza de este impulso o dese sexual puede ser tan grande que a toquiano le cuesta cada vez mas mantenerlo reprimido pero tiene que hacer algo para equilibrar o tratar de que ese instinto reprimido no aparezca en la conciencia. Por lo tanto, los actos ceremoniales y obsesivos nacen así en parte como defensa contra la tentación de volver a caer y también como protección contra la desgracia esperada por sentir que va a ser castigado por lo que desea llevar a cabo. 

 

 

 

domingo, 20 de junio de 2021

¿ POR QUÉ NOS REFUGIAMOS EN LAS ENFERMEDADES? - Estoy mal pero no quiero ir a ningún especialista-

 ¿Por qué nos refugiamos en las enfermedades? (Estoy mal pero no quiero ir a ningún especialista) 

 

Es frecuente encontrarnos con personas que se hayan bajo un esto de depresión, ansiedad, angustia, manías obsesivas, inseguridad o incapacitadas para afrontar circunstancias de la vida y a pesar de encontrarse mal no quieren ir a tratarse con un especialista de la salud mental. 

Los problemas mentales, comienzan poco a poco y gradualmente van acaparando mas espacio mental hasta convertirse en un trastorno psicológico que termina afectando a varias áreas de la vida de la persona. Comprobamos que en los estadios iniciales, la persona siente que le ocurre algo fuera de lo habitual pero confía en que se le pasará o que puede valerse por sí misma para no tener que recurrir a ayuda externa. En una segunda fase, se hace mas notables los síntomas y la persona se da cuenta que le ocurre algo que se le empieza a escapar al control consciente y por mas intentos que hace, los síntomas comienza a durar mas tiempo y la personalidad ya sufre algunas de las consecuencias de su trastorno mental. Por último el trastorno se ha apoderado de la conciencia y la persona resulta incapacitada para llevar a caso sus tareas habituales, produciendo un deterioro laboral, personal y familiar. 

En la fase inicial la persona rechaza ayuda externa por una cuestión narcisista, es decir, cree que puede resolverlo por sí misma y aunque le lleve un consumo de energía mental puede controlar lo que le pasa pero a cambio pierde una valiosa energía en controlarlo pero sin llegar a saber qué es lo que le pasa.

La siguiente fase, suele ser cuando la persona siente que ya no puede controlar lo que le pasa y es en esta fase cuando deciden buscar ayuda de un profesional que les ayude a entender y resolver lo que le sucede. 

En la fase propia de la enfermedad es cuando ocurren reacciones en la persona donde observamos que termina adaptándose a lo que le ocurre. Si esta deprimido, lo acepta con resignación, si tiene miedo a los espacios externos restringe las salidas, si tiene obsesiones trata de mantenerlas a base de costosos rituales obsesivos, etc.

En esta fase observamos que la enfermedad que antes parecía extraña al yo, ahora lejos de ser extraña es como algo ya conocido, de manera que termina integrándose a la personalidad y la persona vive con ello aunque le suponga un deterioro de su vida. La enfermedad le hace vivir una vida nueva y la persona cambia su vida anterior por la nueva vida que su enfermedad le hace vivir. El yo ha integrado la enfermedad y ahora la vida del sujeto es en torno a la misma. Vive por y para la enfermedad. 

Observamos que numerosas personas, enferman como resultado de un mecanismo de huida de la realidad, de manera que se refugian en la enfermedad porque no puede afrontar los retos que la realidad les exige, de manera que terminan encontrando en la enfermedad y en el aislamiento que les ocasiona, una manera de no estar en contacto con aquello que les perturba. Podemos decir que es una especie de huida hacia uno mismo, refugiándose en la enfermedad, de manera que no quieren resolver lo que les ocurre porque encuentran una cierta paz y tranquilidad en aquello de lo que ya ni se quejan pues ha quedado introducida la enfermedad como algo ya cotidiano de su vida. 

Verdaderamente podríamos decir que son mecanismos adaptativos mentales que tienen su razón de ser para la persona pues a veces, el esfuerzo y los cambios de personalidad que tendrían que llevar a cabo para adaptarse a la realidad pueden ser mas costosos y dolorosos que enfermar, donde la persona puede encontrar un refugio para sentirse tranquilo aunque tenga que pagar el precio de estar enfermo. 

martes, 23 de junio de 2020

Ocho puntos claves para entender el trastorno obsesivo compulsivo (toc)


1.     El toquianismo o  trastorno obsesivo se genera a consecuencia de una respuesta moral de la conciencia, tiempo después de que la persona ha vivenciado actos sexuales precoces durante la etapa infantil. Se puede demostrar que absolutamente todas las personas con toc o que padecen dicho trastorno mental, tuvieron una participación en dichos actos sexuales. Podemos diferenciar cuando los actos son llevados a cabo de manera activa a cuando son vividos de manera pasiva. Los casos donde la participación fue activa, hizo que el niño buscara la colaboración de otros niños, tomando una actitud mas agresiva y dominante. En el caso donde la participación fue pasiva debido a la seducción de otro niño, el niño seducido halla un disfrute en ser seducido y en algunas veces, por lo aprendido, termina incitando a otros niños a realizar lo que él aprendió. Confirmamos que en ambos tipos de participación, los niños encontraron un placer asociado a los actos sexuales, lo cuales, normalmente repiten numerosas veces y siempre a escondidas de los cuidadores. 
2.     Las primeras experiencias de placer, marcan para siempre el desarrollo de la sexualidad del menor, de manera que se queda fijado a dichas experiencias, produciéndose un estancamiento de la libido sexual en lo vivenciado. La consecuencia de dicho estancamiento de la libido hace que la sexualidad apenas evolucione a otras formas mas adultas del placer, lo que conlleva una inmadurez en el proceso del desarrollo sexual. De ahí que observemos los comportamientos y conductas infantiles que las personas con toc muestran. Ello es debido a dicho estancamiento de la libido sexual. Los pacientes con Toc reconocen que en la vida adulta jamás encontraron un placer comparable con aquel primer placer hallado en las primeras experiencias sexuales. Deducimos que las primeras experiencias placenteras no son comparables con otras experiencias anteriores pues no existen, por lo tanto, lo primero adquiere características de huella de recuerdo que se queda fijada para siempre en la memoria del toquiano. 
3.     La proximidad entre los hermanos, dormir en la misma habitación y muchas veces en la misma cama, compartir espacios comunes como el baño, la higiene personal etc, hace que exista una confianza absoluta entre los mismos. La mayoría de las veces, en los juegos corporales, la presión cuerpo a cuerpo o de los genitales sobre el cuerpo del otro, hacia que el niño comience a sentir las primeras manifestaciones placenteras a través del juego o de las peleas. Observamos con qué frecuencia los hermanos se tumban uno encima de otro, juntas sus cuerpos, se rozan y varios actos que van desencadenando poco a poco un placer genital que luego los mismo acaban llevando a cabo cuando están sólo o en la habitación donde nadie los ve. Debemos añadir la importancia de lo que el niño ve y observa que las conductas de los padres exhibicionistas donde le niño les observa o de manera accidental los ves o escucha practicando el coito, lleva al niño a aprender de dicha experiencia, la cual la repetirá con algún hermano cercano a él. Que halla sido un hermano mayor el que halla inducido a uno menor a llevar a cabo las prácticas sexuales, produce una manifestación del toc diferente que cuando la seducción ha sido entre hermanos de edades parecidas. Otra diferencia que encontramos en la manifestación del toc, tiene que ver con que la seducción halla sido entre hermanos del mismo sexo, lo que produce fácilmente el llamado Toc homosexual o que la seducción halla sido entre hermanos de diferente sexo. También influye si el seductor es un hermano mayor y el seducido del mismo o diferente sexo. Y que la seductora sea una hermana mayor que por lo general seduce a hermanos varones menores que ella. 
4.     No existe respuesta moral en la infancia porque el niño no conoce lo que es bueno ni malo, lo que está permitido o prohibido. De hecho, no tiene noción de dolor ajeno hasta que él no experimenta la misma experiencia del dolor ajeno. Con la sexualidad, ocurre lo mismo. El niño observa, investiga, siente la erogeneidad de su cuerpo y busca encontrar repetir sensaciones placenteras que le han hecho disfrutar. En el Toc, la moral se instaura cuando el niño es reprendido en sus actos sexuales individuales o colectivos. "No lo hagas" "Eso no se hace""Eso está mal""Qué estas haciendo" "Con tu hermana esas cosas no se hacen" etc, etc, forjan en el niño la dimensión moral de sus actos y por la prohibición recibida, no le queda mas remedio que acatar dichas órdenes frente al impulso a volver a realizarlas. Los toquianos revelan que volvía a realizarlas pero terminaron por empezar a sentir que aquello no debía hacerse pero tan difícil es sustraerse a una experiencia placentera ya vivida que comienza en él la noción de moral y desde hacia se comienza a instaurar un conflicto entre lo que desea realizar pero a su vez sabe de su prohibición. De este conflicto se originará el sentimiento de culpabilidad. Realizará aquello que es prohibido y luego sentirá culpa, querrá no volver a realizarlo pero lo sexual pulsa, empuja y su yo termina cediendo sabiendo que luego experimentará culpa. ¿Hasta cuando? 
5.     El toquiano siente sobre él, la voz de la conciencia. Alguien le vigila, le observa y le acusa después de pensar, desear o haber cedido a sus deseos. Esta voz de la conciencia, es la que iniciará el proceso de castigo mediante un complejo mecanismo psíquico que se encarga de atormentar al toquiano por sus deseos inconscientes. Le obliga a ritualizar para la calmar la culpa y a la vez para mantenerlo ocupado frente a los deseos inconscientes siempre al borde de su apertura. Ese vigilante es la moral que suele ser la suma de la moral social, del padre, de la madre, de la Iglesia y de todo aquello que pueda condenar sus deseos sexuales. Por que sabe de sus deseos pero también sabe de la prohibición de los mismos. 
6.     Los sintomas, los rituales no dejan de ser la manifestación de los deseos y en le mismo acto la censura moral de los mismos. Lavarse las manos cada vez que siente el deseo sexual, es a la vez la aparición del deseo, el deseo de realizarlo y simultáneamente deshacerse del deseo mediante el lavado. Hacer la cama una y otra vez hasta dejarla perfecta supone el deseo sexual sobre la cama que queda deshecha y a la vez el deseo de que no se note dicho deseo sobre la cama perfectamente hecha. Son dos maneras de entender que en el acto ritual hay deseo e intento de corrección del deseo. 
7.     Un rasgo del toquiano es su inmadurez como persona pero sabiendo que esta inmadurez se corresponde a su inmadurez sexual. Qué quiere decir esto? Observamos que todo toquiano ha tenido experiencias tempranas infantiles o bien ha hecho descubrimientos sexuales en una etapa de la infancia, donde ha quedado ligado a dichas experiencias placenteras. Hemos comprobado que las primeras experiencias placenteras no sucumben al olvido y queda grabadas para siempre porque los primeros placeres sexuales son incomparables a nada conocido, de ahí que todo acto sexual adulto siempre se comparará inconscientemente con dichas actividades sexuales infantiles. Esta ligadura hace que el toquiano aunque quiera madurar en su vida, la parte inconsciente sigue deseando aquello que experimentó. Y la fuerza del inconsciente es tal que la persona no madura su sexualidad y tampoco en muchos aspectos de la misma. Por ejemplo, la relación con el mundo que le cuesta mucho relacionarse. 
8.     Suelen ser los padres, abuelos, cuidadores quienes de manera fortuita descubren a los niños en este tipo de actividades sexuales, las cuales les sorprenden y acaban reprimiendo al niño, dependiendo de la gravedad de su atrevimiento sexual. El niño tomará conciencia de su actos y tendrá que reprimirlos debido a que su conducta es vigilada o censurada. Sin embargo, el niño tratará de realizarlo a escondidas y si lo censura, lo seguirá deseando, lo que le llevará a un conflicto moral consigo mismo que será el origen de su toc y por ser los padres los censores, desarrollará hacia ellos bien temor o agresividad porque le han censurado o interrumpido en su goce sexual inicial. 


domingo, 1 de septiembre de 2019

TEMOR OBSESIVO A QUE LE PASE ALGO MALO A MI FAMILIA

Uno de los pensamientos intrusivos que padecen las personas con trastorno obsesivo compulsivo es la idea recurrente y obsesiva de “que le suceda algo malo a su familia”. Dentro de este espectro, a veces el temor obsesivo es con la figura de la madre, el padre o alguno de los hermanos. El obsesivo tiene temor que una desgracia, un accidente, una enfermedad, la muerte, le acontezca a la madre, al padre o alguno de los hermanos.
Estudiando la psicología de la persona con carácter psicológico obsesivo, o aquella que padece de un toc, comprobamos que la ambivalencia afectiva hacia los miembros de su familia, es origen y causa de variados sentimientos de culpabilidad. La ambivalencia afectiva de amor y odio se aprecia mas claramente en el trastorno obsesivo ya establecido como síntoma. Y es una de las causas por las cuales el obsesivo se tortura. Le invaden pensamiento de accidentes, muerte de sus seres queridos que le hacen sentir enorme angustia y malestar. El psicoanálisis de un toquiano nos muestra cómo la ambivalencia afectiva queda establecida desde la temprana infancia a consecuencia del mecanismo de los celos. El toquiano establece fuertes lazos afectivos y sexuales hacia una o varias de sus figuras familiares bajo un importante sentimiento inconsciente de posesión y adueñación que le hace vivir de manera inconsciente una relación con el padre, la madre o los hermano de aceptación y rechazo para no ser consciente de sus deseos amoroso o sexuales, causa de su trastorno obsesivo. Tras el pensamiento obsesivo de temor a que algo pase, se esconde una reacción emocional propia del mecanismo de los celos: el odio y la agresividad. Celos que pueden ser inconscientes y la fuente de procedencia, la mas temprana infancia o adolescencia, algo que el toquiano o el obsesivo desconoce que padece. Por lo tanto se esconde el deseo de que les suceda algo malo como modo de eliminación del rival. Cuando el temor está muy localizado en la figura de la madre, padre o hermanos, esconde el deseo de muerte o aniquilación del otro pero como rival. El padre es un rival para el toquiano, así como los hermanos, pero como la ambivalencia sexual del obsesivo es bisexual podemos ver que los sentimentos homosexuales que están latente en él o ella también influyen en los deseos de desaparición del que para el toquiano es su rival. Una fijación sexual hacia el padre, hace desear la desaparición de la madre y al contrario. 
En el toc, propiamente desarrollado, el sentimiento de temor, también es el desplazamiento disfrazado de pasiones, deseos sexuales que se originaron en la temprana infancia pero que el toquiano desconoce. Dicho desplazamiento supone un modo de resistencia, disfraz para que dichos deseos inconsciente no aparezcan en la conciencia. Sabemos que cuanto mas absurdo sea un pensamiento o mas capte la atención de la conciencia, mas desvía su atención de otros pensamientos, deseos o afectos verdaderamente importantes que el toquiano, desconoce y que no está dispuesto a admitir.

domingo, 6 de noviembre de 2016

RECAIDAS EN EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO



El toc lo hemos definido como neurosis de defensa frente a la imperiosa premura de los deseos sexuales infantiles que pulsan por manifestarse en la conciencia.
Los orígenes del toc suelen remitirnos a la infancia o primera adolescencia, donde la persona toquiana frente a la aparición de los primeros deseos ambivalente sexuales, reacciona de manera preconsciente con el desarrollo de la neurosis. Cuando hablamos de deseos ambivalentes, hacemos referencia a deseos marcados por un fuerte componente agresivo y que frente a su represión, aparece el componente moral que evita la realización de los mismos. Esto quiere decir que el toquiano está protegido frente al suicidio, el asesinato y cuanto deseo abrupto o falta de moral le aparezca en su cabeza.
Existen mil y una terapias y terapeutas que dicen tratar el toc. Y es cierto, lo tratan pero no lo curan, porque curarlo es NO SOLO conocer los deseos inconscientes que tanto abruman al toquiano, sino transformar la energía que va ligada a dichos deseos y desviarla a través de un nuevo circuito construido a otros deseos de carácter mas adulto, porque absolutamente todos los deseos del toquiano, tienen un carácter infantil. Entonces sugestionar al yo con técnicas de autocontrol, suele se la causa mas frecuente de recaída en el toquiano. No consiste en enfrentar al yo a su parte inconsciente ni proporcionarle herramientas para dicho enfrentamiento, sino ayudarle a entender “frente a qué se defiende” y paralelamente construir un inconsciente nuevo con la energía del inconsciente primitivo. Esta compleja técnica solo la puede llevar a cabo la técnica del psicoanálisis.





domingo, 5 de junio de 2016

Supervivencia Obsesiva

Un paciente define el toc como “estar viviendo en una cárcel, cumpliendo una condena. Hay días que tienes libertad condicional pero luego te vuelves a tu celda. Dentro de la cárcel hay una sala de torturas, que son los síntomas, que tiene que llevarlos a cabo para poder ir reduciendo tu condena. Dice que hasta que no pague su condena, seguirá en la misma. Su delito, tiene que ver con su familia. Está viviendo tres vidas, la de su madre, su padre y la suya pero les está haciendo pagar a ellos sus malas vidas y la mala educación que le dieron: su error fue que le permitieron todo, que nunca le pusieron límites. Ahora sólo puede sobrevivir de forma obsesiva pero tiene que hacerles pagar a ellos su mala conducta. Los responsables de su manera de ser fueron una madre infiel y un padre que nunca fue padre.

En este caso que tan bien define las causas del toc, analizamos una verdad y es que si un toquiano tarda tiempo en curarse es porque todavía no se fía de sí mismo. El toquiano no distingue entre la realidad exterior y su realidad interna. Podemos afirmar que viven en su celda, que es poco la libertad que se permite y que cuanto mas culpa tiene más ritualiza, mas está en su celda de castigo porque sólo llevando a cabo sus rituales, mas se tranquiliza.

Todo toquiano sabe que en su cárcel se encuentra seguro. Y aunque lo rechaza, también lo acepta. Porque tiene miedo a la libertad y es que confunde la libertad con la falta de límites.

Por esta circunstancia el toquiano se impone una vida con límites muy estrictos, porque todavía no sabe ponerle limites a sus deseos inconscientes y piensa que puede llevar a cabo sus deseos inconscientes si se sale de los límites que sus rituales le imponen.

El psicoanálisis del toc, consiste en analizar los deseos inconscientes que han llevado a la cárcel al toquiano para enseñarle a renunciar a ellos y ponerse límites para poder vivir una vida de humano. El paciente obsesivo está invadido permanentemente por deseos sexuales que muchas veces no es consciente de ellos porque cuanto mas ritualiza y mas absurdo es el ritual mas aleja a la conciencia de lo que tanto desea y a la vez teme: sus deseos sexuales infantiles.




domingo, 6 de marzo de 2016

LAS TRES FASES DEL ORIGEN DEL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO TOC

CAUSAS DE LAS NEUROSIS OBSESIVAS.

Dentro de las causas de la neurosis obsesiva, las experiencias sexuales en la temprana infancia tienen una gran importancia.
En la gran mayoría de los casos estudiados, el obsesivo participó de manera activa y con placer en actividades sexuales.
Normalmente, antes de mantener una actividad sexual activa, fueron objeto pasivo de una experiencia sexual. Bien entre amigos, hermanos o algún adulto cercano al sujeto.

La esencia de la neurosis obsesiva, puede encerrarse en una breve fórmula: las representaciones obsesivas, son reproches transformados, que retornan de la represión y son referentes a un acto sexual de la niñez, ejecutado con placer.

Estos sucesos, se suelen dar en un primer periodo  o fase que llamamos el periodo de “inmoralidad infantil”.

Suelen ser experiencias de carácter pasivo y que luego se transforman en una actitudes sexuales activas contra el sexo contrario.

Luego viene el periodo o fase de madurez sexual los reproches que el obsesivo se hace al darse cuenta de las actividades sexuales que llevó a cabo con placer las sustituye por los primero rituales o conductas obsesivas, con las cuales logra reprimir el deseo por aquellas actividades sexuales llevadas a cabo con placer. Los escrúpulos, la vergüenza y la desconfianza en uno mismo, son síntomas que ayudan a reprimir dicho deseo y da lugar a la tercera fase, de “salud aparente” que no deja de ser mas que una represión lograda a través de un mecansimo de defensa.


La próxima vez veremos que la aparición de los síntomas, con mas fuerza en la adolescencia o edad adulta tiene que ver con el fracaso de los mecanismos represivos de defensa.