domingo, 27 de diciembre de 2015

LOS TRES LABERINTOS DEL OBSESIVO ( parte 1 )

Estudiando a Freud, la encrucijada en la cual queda atrapado el obsesivo es no pode resolver tres cuestiones fundamentales para su desarrollo evolutivo. En anteriores textos, dijimos que el toc tiene un origen infantil, es decir, durante el proceso de sexuación del niño, puede ocurrir que dicho proceso quede alterado o interrumpido por circunstancias educativas familiares, por sucesos precoces en el desarrollo sexual que el niño no comprende y de ahí parten una serie de cuestiones que quedan sin responder y den origen a la estructura “defensiva del toc” porque en términos generales, el toc, sus síntomas no dejan de ser mas que un medio de defensa contra la emergencia de ciertos deseos inconscientes INFANTILES.

Los tres laberintos en los cuales se encuentra atrapado el obsesivo son: el laberinto del padre, el laberinto de la mujer y el laberinto de la muerte. El laberinto del padre en el obsesivo siempre tiene que ver con un padre cruel, con una voz interior que le castiga, que le habla, que le presiona, que le insulta, que le hace sentirse mala persona. El laberinto de la mujer para el obsesivo tiene que ver con la duda: soy hombre o soy mujer. De ahí que muchos obsesivos tengan miedo a la homosexualidad, que realmente significa miedo heterosexual, ya que el obsesivo, cuando se halla dentro del laberinto de la sexualidad, su duda de si es hombre o si es mujer tiene que ver con no aceptar las diferencias entre hombre y mujer. Y el laberinto de la muerte, hace que el obsesivo viva en un permanente juego donde vive para hacerlo todo igual, es decir, para negar el paso del tiempo, creerse en su laberinto inmortal. A groso modo estos serían los caminos por donde todo obsesivo transita. Desarrollaremos mas adelante cada uno de los laberintos del obsesivo para entender porque le cuesta tanto salir de ellos. CONTINUARA.