lunes, 13 de septiembre de 2010

CULPABLE.!!

Para hablar del toc, se debe conocer su etiología en profundidad. El toc no se puede pensar sin tener en cuenta la parte inconsciente de la personalidad. La psicología estudia la conciencia y la psiquiatría enfoca los trastornos de la personalidad desde un punto de vista organiscista. Ninguno de los dos tienen en cuenta, por ejemplo, que el sentimiento de culpa existente en los pacientes con toc, les impide en un amplio porcentaje su curación, ya que él mismo, se autocastiga, pues no deja de sentirse un ser despreciable, al cual nunca le puede ir bien, ya que la palabra felicidad está excluída de su vida. El paciente con toc, vive pagando los crímenes que nunca cometió, el adulterio que deseo, la venganza que nunca consumó. Odio, venganza y rencor es lo que contamina la mente de una persona con toc, hasta el punto que desde su propia religión, establece su propia penitencia, su propio castigo. La solución de su curación, está en sus deseos inconscientes, deseos a los cuales no se puede llegar sino por la vía del psicoanálisis. Y no hay otra fórmula para liberar al toc de su culpa, siempre mórbida, imperativa e implacable. Viven bajo un prisma de sufrimiento, por su falta de piedad que solo pueden vivir para pagar la culpa, por eso que el paciente con toc, no tolera su mejoría. No tolera que un ser despreciable como él pueda sentir alguna alegría. Viven condenados y en su condena se halla su liberación. Podemos decir que llegan a perder la vida como modo de compensación a su mente retorcida y a su falta de escrúpulos. Y tras este fracaso en el vivir, está siempre la relación de amor y odio con su familia: pieza clave en la curación de su enfermedad.

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