martes, 5 de julio de 2011

SOBRE UN CASO FEMENINO DE EROTISMO ANAL

En un Congreso Grupo Cero sobre psicoanálisis y Medicina, se presentó un caso de trastorno obsesivo compulsivo, en una joven de 27 años, cuyo síntoma principal era un asco obsesivo por la material  fecal propia. La paciente sentía verdadero terror cada vez que debía acudir al baño para defecar. El rechazo hacia dicho acto, le había provocado un estreñimiento tan pertinaz que había llegado a estar casi un mes sin defecar, llegando a expulsar heces por la boca. A los 5 meses de tratamiento, el intestino se reguló y desde entonces, la paciente acudía al baño una o dos veces al día. Su obsesión no era tanto por el asco que le producía la materia fecal, sino por el olor que producía y que según ella, podría impregnar las paredes y resto del mobiliario sanitario y su familia ( padre, hermano y madre ) contaminarse. De hecho, antes de hacer uso del baño, sacaba el cesto de la ropa, toallas y otros enseres transportables fuera del baño y cuando hacia sus necesidades, sellaba la puerta por debajo para que el olor no se extendiera por la casa. Tras defecar, con la manguera de la ducha sometía a un intenso lavado paredes, y sanitarios del baño, recogiendo el agua con paños que escrupulosamente lavaba en la lavadora. El ritual le llevaba dos horas de ocupación. La familia desesperada pidieron intervención terapeutica. Freud, cuando nos habla del desarrollo sexual del niño, pasa por una fase denominada sádico-anal. Dicha fase permite observa una relación íntima entre el uso y manejo de los excrementos como modo de ejercer un dominio sobre la madre. El niño, cuando descubre la importancia de la material fecal para su madre, hace un uso de ella para ejercer a su vez un control afectivo sobre la misma. Cuando el niño se enfada con la madre, retiene las heces y de esta manera muestra su agresividad hacia ella. Normalmente, las personas con estreñimiento pertinaz, así como los casos de toc donde el carácter anal del síntoma es muy acusado, se puede descubrir la ambivalencia amor odio en la relación con la madre. Nuestro ejemplo, era un claro caso de erotismo anal asociado a una agresividad infantil hacia la figura de la madre que para nuestra paciente siempre fue origen de su rivalidad, competencia y sentimientos de inferioridad. En el gesto de defecar, ella tenía el deseo inconsciente de contaminar y asesinar con el olor de sus heces a su madre ( refería que el olor que desprendía sus heces era tan putrefacto que podía asesinar a quien lo oliera ). De hecho, un día de manera inconsciente deja parte del agua del suelo sin recoger, lo que provocó una aparatosa caída de la madre que le produjo una fractura del hueso occipital con un hematoma intracraneal que hubo que ingresarla de urgencia, con grave riesgo por su vida. La paciente se sintió culpable y meses después reconoce que la caída de su madre “ le produjo risa “. Este es el sadismo propio del erotismo anal asociado a esta fase del desarrollo sexual, tan importante para los pacientes con toc.

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