domingo, 22 de agosto de 2010

EL PADRE: UNA PIEZA CLAVE EN EL TOC

La figura del padre, es siempre una pieza clave en la curación del paciente con Toc. Por norma general, los pacientes tienen una relación ambivalente hacia el mismo: se le ama, se le odia o se le amorodia. Esta relación está marcada por una aceptación y por un rechazo. No es fácil entender la figura del padre dentro de la estructura del toc pues es un pivote que regula la relación con la madre. Entre el niño y la madre, la figura del padre debería producir una separación. Depende de las circunstancias personales de la madre y del padre. Cuando el padre es muy tiránico, el paciente puede adoptar o una posición de agresividad hacia el mismo o de pasividad. Las obsesiones son la máscara que tapa dicha agresividad o pasividad. Tras la agresividad, se esconden impulsos destructivos, a veces insoportables para la conciencia y de ahí, la enorme moral que tiene el paciente agresivo con toc. Cuando existe una pasividad, dicha agresividad hacia el padre se vuelve hacia sí mismo en calidad de masoquismo, erotizando la figura del padre bajo una libido que podemos denominar homosexual. Tanto la agresividad como la pasividad, son dos formas de tener presente al padre, la Ley, tanto es así que lo que el paciente defiende tras la agresividad o la pasividad, es la cercanía a la relación con la madre: punto álgido y a la vez conflictivo dentro de la neurosis del Toc. ( continuará )

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