domingo, 2 de mayo de 2010

CARACTERES GENERALES DE LOS PENSAMIENTOS OBSESIVOS

Los productos obsesivos, pueden equivaler a muy diversos actos psíquicos, pudiendo ser determinados como deseos, tentaciones, impulsos, reflexiones, dudas, mandatos, prohibiciones. La persona desarrolla una defensa contra las representaciones obsesivas que han penetrado en su conciencia y surgen productos que merecen un nombre especial. No son reflexiones puramente razonables que el sujeto opone a sus ideas obsesivas, sino algo como productos mixtos de ambas formas de pensamiento. Según Freud, estos productos los llama “ delirios”. En un caso, nos refiere Freud que cuando un paciente abría la puerta de su cuarto a las doce para facilitar la entrada al espíritu de su padre muerto hacía años y situándose luego en el espejo contemplando en él sus genitales, intentó apartar de sí aquella obsesión, pensando en lo que diría su padre si realmente se hallase aún en vida. Pero este argumento no tuvo eficacia ninguna mientras lo pensó en esta forma tan razonable. La obsesión cesó tan sólo cuando el sujeto integró la misma idea en la forma de una amenaza delirante, diciéndose que si prolongaba tales insensateces, le sucedería a su padre algo malo en el más allá. Las ideas obsesivas que son rechazadas por primera vez, suelen retornar luego deformadas. Su deformación se hace viable pues el pensamiento consciente se ve obligado a interpretarla erróneamente en forma análoga a como interpretamos los sueños al despertarnos, y que no dejan de ser una deformación de deseos inconscientes. ( continuará )

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