domingo, 29 de abril de 2012

CÓMO INFLUYE UNA MADRE CASTRADORA EN UN HIJO CON TOC


Desde mi cargo de Director del Dpto de Clínica de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, vengo investigando casos de toc desde hace mas de veinte años. He comprobado que los casos mas agudos, que acuden a consulta y que se hallan bajo el efecto de medicación psiquiátrica,  tienen un conflicto familiar muy diferente a aquellos casos, que no vienen medicados. En los casos graves de toc, donde las compulsiones obsesivas invalidan en su totalidad a la persona, guardan relación con la existencia de una madre castradora y un padre anulado. El término castradora, hace alusión a un tipo de mujer que ha anulado la figura del marido y del padre, de manera que el hijo queda bajo el mandato exclusivo y tiránico de la madre. Este tipo de madres, ejercen un poder absoluto sobre el hijo, de manera que tienen un interés en que esté enfermo para así ella ejercer su papel de madre auxiliadora. Podemos confirmar que quien enferma al hijo, es la madre, pues lo ha reducido a un reducto insignificante, a un apéndice de ella, de manera que el hijo queda pegado o unido “ sexualmente” a la madre. Los síntomas obsesivos, son para huir o defenderse de la seducción sexual permanente por parte de la figura materna. Por normal general, este tipo de casos, tienen muy mala evolución, ya que las complicaciones que aparecen durante el tratamiento, son producidas por la figura materna, que lejos de sentirse como una amenaza para la salud mental de su hijo, se consideran como su único apoyo y salvación. Por norma general, estas mujeres tienen un trastorno en su sexualidad y ese hijo, elegido inconscientemente por ella, para enfermarlo, va a tapar sus carencias sexuales, de manera que desplaza hacia el hijo toda una corriente libidinal sexual que termina por enfermarle.  Este tipo de madres, se oponen a todo tratamiento que pueda curar al hijo, pues en la curación del mismo, ven también su perdición y de manera inconsciente, prefieren tenerlo enfermo a que sea una persona normal. En todas mis experiencias contrastadas con otros especialistas de mi departamento, este tipo de madres, son las que abortan el tratamiento del hijo. El pronostico es malo, pues según pasan los años, la neurosis obsesiva acaba por apoderarse de la totalidad del enfermo. Desgraciadamente, la medicación supone una interrupción al desarrollo sexual del enfermo, porque este tipo de pacientes, resuelven su problema, enfrentándose con la madre, tras aliarse con el padre pero al estar medicados, la voluntad queda mermada y lo que tenía que ser una evolución normal de su psiquismo, ha quedado interrumpido por la medicación. En varios casos de neurosis obsesivas de hijos que han permanecido bajo el régimen autoritario de la madre toda su vida, en la etapa adulta, donde el enfermo tiene mas de cincuenta años, acaban maltratando a la madre en su etapa senil, llegando hasta la venganza emocional. Estas madres acaban recogiendo lo que “cuidadosamente” estuvieron sembrando durante años en su hijo. 

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